2019 08 14
De la bruja vesícula a seguir trabajando en el Homenaje a Extremadura
Diálogos en la Sociedad Científica de Mérida
Carta monólogo
Por Antonio Viudas Camarasa
[08:29, 14/8/2019] Antonio:
CARTA ABIERTA A MIS AMIGOS DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA DE MÉRIDA
Queridos todos:
A las cinco de la mañana unos ladridos de perros lejanos procedentes de la zona de la Viña Paquita de Malpartida de Cáceres me han despertado.
Me he levantado con el recuerdo de que a esa hora hace un año estaba en urgencias con unos dolores intensos y con pruebas de diagnóstico. Recuerdo que a esa hora el responsable de la ecografía me anticipó que mis dolores eran vesiculares. Desde las cinco de la mañana a la una de la tarde mis médicos guardianes descubrieron que tenían que intervenirme de una bruja vesícula terminal.
Decidido fui al quirófano a la una y media y encomendándome a la señora de la guadaña como ya os he contado en mi Senderismo de hospital salí de ese sitio tan apacible a las siete de la tarde.
Parece que fue ayer cuando os empecé a mandar guasap desde la habitación 515 del Hospital de San Pedrino de Cáceres.
Me he levantado con la intención de escribir un nuevo capítulo para el libro en Homenaje a Extremadura. He pensado que se titulará: «De la bruja vesícula al Homenaje a Extremadura en mi Emeritalgo de ingreso en las clases pasivas del Estado».
Me bullían las ideas al amancer. A las siete Rosa se ha despertado y le he dicho mi intención. Resulta que ese capítulo está en mi cabeza y que desde las siete de la mañana he repasado las primeras versiones de «La tierra donde nací progresa, la tierra donde vivo bosteza». Lo he repasado tanto que ha quedado algo muy distinto que se complementa con la primera versión.
Del mismo modo que mis recuerdos sobre el 14 de agosto de 2018 se han borrado y solo me queda que volví a nacer, lo mismo me está pasando con la victoria que conseguí el 18 de julio de 2019.
La victoria ha consistido en que gracias a un Consejo de Gobierno de la Universidad de Extremadura ha surgido en mí la luz que da sentido a quien de verdad se siente con mérito.
Esa luz es organizar como estamos haciéndolo todos el Homenaje a Extremadura. Es agosto y no sé cuántas palabras ha tecleado mi dedo índice de la mano derecha sobre mi móvil chino ni tampoco mi escritura con el método ciego que aprendí de joven sobre los teclados del ordenador fijo y portátil.
Lo que si sé que compartiendo con vosotros cada día me surgen más ideas para el progreso de Extremadura y me alegro cuando en estos momentos Rufino comenta «Cada vez viene más gente a conocernos. En Mérida, estos días, da gusto pasear por el centro de la ciudad» a un titular del Hoy «El norte de Cáceres, Mérida, Zafra y Tentudía superarán el 90% de ocupación en el puente» con el comentario de Martín Martínez Riqué al minuto siguiente «Buena noticia, siempre que sea turismo sostenible».
Mi escritura de autoficción sigue, si tenéis tiempo y os vaga podéis leer la versión ya muy definiva sobre el progreso y los bostezos de las dos tierras que me tienen partío el corazón: Extremadura y Aragón en https://dialectus.es/antonio-viudas-camarasa-la-tierra-donde-naci-progresa-la-tierra-donde-vivo-bosteza-opinion-de-un-extremano/. La tierra donde nací progresa, la tierra donde vivo bosteza. Opinión de un extremaño
Mientras seguiré crisolando las ideas que bullen en mi cabeza para escribir sobre la bruja vesícula y mi emeritalgo en las clases pasivas. Un saludo cordial para todos de
Antonio Viudas Camarasa, en el primer aniversario de la victoria sobre la Bruja vesícula.
A las cinco de la mañana he empezado a escribir y a las cinco de la tarde hará un año que un equipo de tres cirujanos (dos hembras y un varón) muy cualificados extirparon a mi enemiga bruja vesícula. Vidas largas para todos los amigos de la Sociedad Científica de Mérida.
De la serie Extremadura vista por un Extremaño. Homenaje a Extremadura. No ser emérito no es un demérito