2016 11 06. Antonio Viudas Camarasa
«PENAL DE OCAÑA”, DE MARÍA JOSEFA CANELLADA
Texto original prohibido por la censura en 1954
Dramaturgia y dirección: Ana Zamora. Intérpretes: Eva Rufo e Isabel Zamora. Producción: Não d´amores. 11 de noviembre, 22:00h. Malpartida de Cáceres
Itinerario Artístico Literario “Alonso Zamora Vicente”. 100 años de su nacimiento
Lugar: Casa de Cultura de Malpartida de Cáceres. Plaza Antonio Plata Mogollón, 5
Cartel de «Penal de Penal de Ocaña», de María Josefa Canellada
Malpartida de Cáceres acoge, en el Itinerario Artístico Literario Alonso Zamora Vicente (congreso homenaje –11 al 13 de noviembre de 2016– de sus discípulos, amigos y familiares) el espectáculo teatral «Penal de Ocaña», basado en la novela de María Josefa Canellada, gracias el patrocinio de la Excma. Diputación Provincial de Cáceres.
La versión teatral de Ana Zamora es una adaptación de la novela de María Josefa Canellada Llavona, finalista en 1954 del «Premio Café Gijón», prohibida su difusión hasta la edición censurada impresa en primera edición de 1964 (Editorial Bullón, Madrid). La autora (M.J.C.) anota en esa edición «Transcribo, tal cual las encuentro, las notas de un cuaderno de diarios que llegó a mí por casualidad. Perteneció a María Eloína Carrandena, de veinte años, estudiante universitaria en Madrid en 1936, compañera mía que fue en la Facultad de Letras». Estos aspectos serán esclarecidos por los discípulos del homenajeado Juan Miguel Ribera Llopis y María Victoria Navas Sánchez–Élez, docentes de la universidad complutense de Madrid, en la ponencia número 27 del Itinerario Artístico Literario titulada « La obra literaria de Alonso Zamora Vicente y María Josefa Canellada bajo la mirada del censor», el sábado 12 de noviembre a las 16:00h.
El Casino de Madrid convertido en Hospital de Sangre de Izquierda Republicana donde prestó servicios de enfermera María Josefa Canellada Llavona partir de octubre de 1936.
El 2 de octubre María Eloína escribe en su diario “Mi hermano mayor, Arturo, en peligro de irse, movilizado ya. Y si necesitan más gente, Juanillo, el más pequeño, tendrá que irse también”.
El peso del cuasimonólogo de la obra es interpretado por Eva Rufo. La adaptación teatral trasciende el diario personal de la universitaria María Eloína, alter ego de María Josefa Canellada, y se basa en la novela y documentos inéditos del archivo familiar. En declaración de Ana Zamora: «Hoy sabemos que es básicamente, con muy pocas variaciones, un calco de su propio diario de la Guerra Civil», redactado entre el 2 de octubre de 1936 y el 2 de octubre de 1937. La novela termina narrando las gestiones que hicieron Miguel Ángel Arriola (alter ego de Alonso Zamora Vicente) y María Josefa Canellada en la búsqueda inútil de María Eloína que abandona un día el Hospital de Ocaña por negarse a delatar a los prisioneros heridos. María Eloína cierra la novela con estas palabras: “Sin gloria, sin llegar a héroe, sin una palabra de agradecimiento póstumo de rojos y ni de blancos dio la pujanza de sus veinte años a la gesta blanca de los que son capaces de moral y no solo de aventura”. En postdata envía la obra a tres amigos argentinos, probablemente se refiere a Daniel Devoto, Salas y Julio Cortázar.
La protagonista es la propia autora a través de la universitaria madrileña que se presenta voluntaria para ayudar a los demás en un hospital de sangre ubicado primero en el Casino de Madrid, trasladado huyendo de las bombas del frente de Madrid al Penal de Ocaña (Toledo). En esta obra están presenten los dos homenajeados en el itinerario homenaje: María Josefa Canellada relatando su experiencia y saliendo a escena evocando a Alonso Zamora Vicente y al maestro de ambos Tomás Navarro Tomás, comprometido con el Gobierno Republicano.
La adaptación de Ana Zamora trasciende el diario personal de guerra de María Josefa Canellada y refleja las ilusiones truncadas por la guerra civil donde el fondo intelectual de una universitaria se transforma en compromiso al ofrecerse como voluntaria para ayudar a los heridos del frente bélico. María Josefa Canellada y Alonso Zamora Vicente recibieron enseñanzas y formación ética de los regeneracionistas del Centro de Estudios históricos y la Universidad Central de Madrid entre el otoño de 1932 y el verano de 1936, entre ellos Ramón Menéndez Pidal, Américo Castro, Tomás Navarro Tomás, personaje insinuado en el espectáculo, y Pedro Salinas
ANEXO I
DOCUMENTACIÓN SOBRE «PENAL DE OCAÑA» de María Josefa Canellada en versión de Ana Zamora:
- DOSSIER INFORMATIVO COMPLETO DEL ESPECTÁCULO:
- http://naodamores.com/marcos/DossierPenal/descargas/DossierPenal.pdf
- PROGRAMA DE MANO:
- http://naodamores.com/marcos/DossierPenal/descargas/PROGRAMA.pdf
- FOTOS JAVIER HERRERO
- http://naodamores.com/marcos/DossierPenal/descargas/FOTOS/JH3.jpg
- http://naodamores.com/marcos/DossierPenal/descargas/FOTOS/JAVI2.jpg
- VIDEOS DE DIFUSIÓN:
- http://naodamores.com/marcos/DossierPenal/DossierMultimedia.html
ANEXO II
Ana Zamora, responsable de la dramaturgia y dirección de PENAL DE OCAÑA, en información recibida en dialectus.es, el 5 de noviembre de 2016, afirma que:
“María Josefa Canellada no consiguió editar íntegramente (sin peinados de la censura) su «Penal de Ocaña», finalista al Premio Café Gijón 1954, hasta los años 80, y lo hace eligiendo un formato de novela. Hoy sabemos que es básicamente, con muy pocas variaciones, un calco de su propio diario de la Guerra Civil. El cuaderno que ella fue redactando a lo largo de un año completo, entre el 2 de octubre de 1936 y el 2 de octubre de 1937, que día tras día se iba convirtiendo en espacio de reafirmación personal, siempre vivida desde un inmenso compromiso moral con la situación que le rodea.
Este espectáculo es para nosotros un ejercicio de justicia literaria y sobre todo histórica. No solamente hacia ella, sino hacia una generación que, sin esperar nada a cambio, decidió ser fiel a unos principios morales que desde hoy se nos antojan casi imposibles. Nosotros, conmovidos con esa experiencia, hemos querido convertir en materia teatral el testimonio real de aquella estudiante de Humanidades, que se va haciendo a sí misma a través de las elecciones que toma en su periplo cotidiano… descubriendo a través de su angustia, más que de la propia razón, lo que es la verdadera existencia. Y detrás de todo ese gran aprendizaje, el de la responsabilidad del hombre no sólo ante sí mismo, sino ante toda la humanidad”