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20181219

El pasado día 18 a las seis de la mañana leo este titular  en un periódico regional «Los 9 hombres al frente de la UEX».

Me extraña el título. Yo creía que las universidades las rigen genios de la talla de Juan de Zúñiga y Requesens,  Diego Muñoz-Torrero y Ramírez-Moyano, Unamuno, Antonio Tovar y otros muchos.

Pero la rigen hombres de carne y hueso con sus cualidades y sus defectos.

El servicio de documentación del periódico –donde trabajó mi alumno Félix Pinero, que es quien mejor conoce la intrahistoria de la universidad de Extremadura hasta que por una reestructuración de plantilla pasó de director del periódico a engrosar las listas de los búscate la vida— me ofrece la lista de los 9 hombres que han regido la universidad de Extremadura, desde su creación en la primavera de 1973 en el Boletín Oficial del Estado por un decreto, firmado por Francisco Franco Bahamonde, en que creaba una universidad bicéfala con dos sedes en Cáceres y Badajoz «Facultades de ciencias para Badajoz y Facultades de Letras para Cáceres». De este modo zanjó el Jefe del Estado la eterna división y rivalidad castúa. Esos 9 hombres, recojo la información de ese periódico, me falta documentar día y mes, son:

  1. José María Viguera. Preside la comisión gestora de la UEx desde su creación en 1973. El último y único logro de la asociación «Amigos de la Universidad de Extremadura» en los tres últimos años agónicos del franquismo y el éxito de los Colegios Universitarios apoyados por la diputaciones provinciales de toda España. Cada provincia quería tener su propia universidad como ha conseguido Andalucía y Cataluña. De tal modo que el rector de la Universidad de Lleida ahora es el Presidente de la Asociación del Consejo de Rectores, llamada CRUE.
  2. Antón Civit del 74 al 77. Segundo Presidente de la Comisión gestora. Daniel Serrano y otros lucharon para el parto duple guardara la equidad entre las dos sedes.
  3. Andrés Chordi. Primer rector de la universidad entre 1977 y 1981. En esa elección como doctor intervine. Apoyé al otro candidato  y no salí vencedor. Considero que para mi modesto parecer Andrés Chordi ha sido el mejor rector de los que he conocido en esta institución. Un hombre abierto, sordo pero sabiendo siempre lo que tenía y debía hacer. El claustro era el Claustro de Doctores.
  4. Guillermo Rodríguez-Izquierdo (del 81 al 84). Un jesuita que dejó el rectorado para cumplir misiones de la orden religiosa  a la que pertenecía. No guardo ningún buen recuerdo de su mandato. El rector elegido por el Claustro.
  5. Antonio Sánchez Misiego (del 84 al 91). Un rector que guió los estatutos LRU y al que le dije en claustro que si poníamos los medios la universidad de Extremadura se podría convertir en una universidad de primera. Se debatió el escudo universitario con dos controversias memorables Extrematurensis versus Extremadurensis y si debía figurar la efigie de la Virgen de Guadalupe en el centro. El asesor heráldico fue Francisco Pedraja Muñoz. No se han puesto los medios para la universidad estuviera en primera línea y estamos donde estábamos. Misiego consiguió la compra de la Biblioteca Alonso Zamora Vicente gracias al apoyo de Veiga y del Presidente de la Junta de Extremadura y a las gestiones realizadas muy eficientemente por la vicerrectora de su equipo Pilar Blanco-Morales. Voté al otro candidato y me equivoqué para tener un resultado favorable a mi opción. Momentos en que las cátedras se conseguían por apoyos. El rector elegido por el Claustro. El diálogo lo mantenía con sus opiniones Carlos Benítez, el compañero fallecido prematuramente hace unos años. y en el que se consiguió el doctorado Honoris Causa para Alonso Zamora Vicente y no lo consiguió Rafael Alberti, por culpa de un colega que quiso mezclar churras con merinas. Fue una lástima porque como sobresaliente de Rafael Alberti actué, invitado por los libreros y el alcalde de Mérida en la clausura de la feria del libro de Mérida en 1988 donde me encontraba presentando la segunda edición de mi Diccionario extremeño. Me hubiera gustado que ambos, el de El mono azul y el autor de Primeras hojas hubieran leído el discurso en el mismo acto, celebrado en la Facultad de Veterinaria. Las cosas de la Universidad son así, salen siempre dependiendo de los apoyos de votos que se tengan.
  6. César Chaparro Gómez (del 91 al 99). Un rector que no hizo caso a mi escrito oponiéndome a que el Presidente de la Junta de Extremadura no debía intervenir en el Claustro. No me hizo caso. El presidente intervino. Yo me callé y lo que le hubiera dicho yo se lo dijo muy bien dicho la Dra. Muñíz, catedrática de italiano.  La Universidad de Extremadura se empezó a hundir y la Dra. Muñíz  ha investigado lo que ha querido sin necesidad de solicitar un proyecto subvención a la Junta de Extremadura. Se trasladó a Barcelona y le ha ido mejor a ella y a su universidad que a la universidad de Extremadura. Voté al otro candidato y tampoco acerté. Se construyó el campus de Cáceres y tuvimos la desgracia de que nos cayera en suerrte con un arquitecto que odiaba la luz y le encantaban los pasillos oscuros y alargados y los despachos tipo carcelario. La estructura en L mal orientada dio como resultado un habitáculo frío en invierno y caluroso en verano, sin olv idar las eternas goteras de una terraza mal diseñada. El edificio de la Facultad de Filosofía y Letras no estaba diseñado para los cambios que se avecinaban.  Las consecuencias son evidentes. Una facultad sin rumbo fijo que ha perdido la Filosofía y se ha quedado con algunas Letras. De cobijo de filósofos y letras clásicas ha pasado a producir graduados «letrasados» en vez de licenciados. El rector elegido por el Claustro.
  7. Ginés María Salido Ruiz (del 1999 al 2003). Un período en que la Junta de Extremadura dejó de apoyar a la Universidad. El rector elegido por el Claustro. Una época sin feeling entre la entidad y los mecenas que la sustentan.
  8. Francisco Duque (del 2004 al 2010). No voté. Fue el que nos vendió el Plan Bolonia como una panacea para resolver todos los problemas de la Universidad de Extremadura. Con él los sectores que dominan el poder universitario llegaron las discordias. Un plan Bolonia muy mal aplicado. Mis compañeros de la Complutense se llevaban las manos a la cabeza cuando les contaba cómo se estaba llevando a cabo. El rector es elegido por sufragio universal ponderado.
  9. Segundo Píriz (del 2011 al 2018). Para este mandato debo consultar todos los artículo de Jaime Álvarez Buiza. Es una fuente de conocimiento libre de sesgo de confirmación. El rector es elegido por sufragio universal ponderado.

A las siete de la mañana escribí:

[07:10, 18/12/2018] Antonio: Guión para una historia. Ojalá alguien escriba y haga inventario de la nómina de las eminencias a las que la Universidad de Extremadura ha investido de DOCTOR HONORIS CAUSA que es reflejo de las tendencias científicas de algunos de sus docentes durante 45 años. Ningún rector se ha preocupado de tener una pestaña con sus nombres en el portal unex.es.

Y unos minutos más tarde

[07:39, 18/12/2018] Antonio: En 1973 el pueblo Extremeño estaba ilusionado con su universidad. En 2018 oigo hablar poco bien de la universidad en los ámbitos en que me muevo.

El descontento es general.

Yo mismo con espíritu cajaliano y sufrimientos similares desearía que se creara una nueva JUNTA DE AMPLIACIÓN DE ESTUDIOS que curara de las numerosas enfermedades que padece a la universidad española.

La universidad está enferma y no ha servido para curar a Extremadura de sus deficiencias económicas. Salamanca sigue donde estaba y Extremadura en su Arcadia.

Y el Padre Salas pervive con su verso sobre los indios de la nación.

La renta más baja y el ferrocarril del Oeste no ha mejorado en Extremadura en estos cuarenta y cinco años.

Y el tren que me trajo a Extremadura desde Salamanca me lo robó un gobierno democrático «estando de romería».

¿Dónde estará mi tren? «Donde quiera que esté el tren es mío. Me lo robaron estando de romería».

A las once de la mañana voy a preparar el futuro de mis clases para el segundo semestre. Trabajo duro con responsables académicos.

Me ilusiono con terminar mi vida profesional en activo y recuperado de mi «Senderismo de hospital».

Me quedan la paga de Navidad y la de las mensualidades de enero y febrero para cumplir mis setenta años.

Mi vida profesional desde octubre de 1974 se ha desarrollado en la Universidad de Extremadura. Creo que conozco esta institución como usuario currante mejor que los que han sido mis rectores. Unos se han ido y otros tienen menos antigüedad vivida en ella.

Me siento un chusquero. Desde que se implantó el Plan Bolonia he visto venir una decadencia sin nombre. Digan lo que digan en la prensa y en las declaraciones todos los que han sido Presidentes del Consejo de Rectores.

Si la ciencia existe en España es gracias al esfuerzo personal e individual de sus investigadores y la libertad de cátedra, con tanto control evaluativo, se ha transformado en ser más o menos simpático con los clientes a los que les ampara que consigan el título con no mucho esfuerzso. Cuanto mejores notas consiguen los alumnos , mejor complemento de miseria docente para el profesor. Esto es una auténtica vergüenza. Se ha dicho muchas veces y por voces más autorizadas que las mías,  pero no sirve de nada el decirlo para mejorar las cosas. Pero sirve para algo muy importante el decirlo. De desahogo, claro que sirve. Ahora el ministro astronauta ha anunciado que con un simple aprobado no se pierde la beca. La educación del esfuerzo ha desaparecido.Se confunde rendimiento académico con subvención social

Pero a lo que iba. Al final de la mañana me hubiera acercado a las urnas, pero me dije que con las noticias de trabajo sucio que recibí el día anterior y como seguro que hubiera votado equivocadamente, he preferido optar por la abstención que es una forma de participación en un sistema democrático. A pesar de que  un miembro del personal de administración y servicios me dijo que «quien no vota, no puede protestar», voté absteniéndome.

Le contesté que quien no vota ejerce el inteligente ejercicio del voto que consiste en no votar y de este modo computa en el apartado de la abstención. El abstencionista en eleciones acata el resultado y sigue siendo miembro activo de la comunidad universitaria o civil.

Me fui a casa. No voté y por la noche recibo un correo de uno de los candidatos en que felicita al ganador y a los que le han apoyado en la campaña.

Hoy, esta tarde, recibo un correo del candidato que ha salido elegido en el que se reafirma en su compromiso con la Universidad de Extremadura y me comunica que pondrá todo su empeño en mejorarla, él y su equipo, conmigo:

Textualmente entrecomillo sus palabras:

«… también deseo reafirmarte nuestro compromiso con la Universidad de Extremadura y que pondremos todo nuestro empeño en mejorarla contigo».

Pues mi primera colaboración y empeño tiene tres sugerencias en mi empeño:

  1. Conseguir una página Web Institucional que no sea el caos que es ahora. Le pongo como ejemplo de visibilidad de la Industria 4.0 la de la Universidad de Salamanca.

  2. Que en la portal de la Uex haya una biografía sucinta de cada uno de los rectores.

  3. Que en el portal de la Uex se de noticia cronológica y biográfica de cada todos los doctores honoris causa de esta Universidad de la que soy miembro cotizante en tributos y beneficiario en nómina laboral desde el 1 de octubre de 1974.

Y con esto estoy animado a seguir disfrutando mis días de vacaciones tras superar dos incidencias sanitarias, una de incapacidad laboral que se contará en mis memorias  y otra de carácter muy grave como ha sido mi «Senderismo de hospital» gracias al cual me estoy recuperando de los aciagos presagios de la bruja vesícula. El día 26 me incorporo a mi actividad docente en la Universidad de Extremadura. Coincidirá con la toma de posesión del rector número ocho, el que me concederá si tanto él como yo pervivimos, el trofeo de mi jubilación en 28 de enero de 2019.

Una vez jubilado me dedicaré a recordar mis recuerdos. Muchos de ellos tendrán conexión con momentos vividos en el seno de la Universidad de Extremadura desde el 1 de octubre de 1974. Será mi visión si llego a esa edad mítica para mí en la que como Cajal pueda acercarme a «El mundo visto a los ochenta años».

Deseo una década maravillosa para Extremadura y su universidad en la que todos las podamos disfrutar con el bien más preciado que es la salud, algo que solo se valora cuando no se tiene.

Mientras termino mis vacaciones, aprovecharé para rematar la versión definitiva de mis «Senderismo de hospital. Diálogo convaleciente con Cajal, Unamuno y Marañón» con el fin de que mi editor empiece su tarea. En torno a San Isidoro, el 26 de abril, sería buena época para su lanzamiento y conseguir compradores y lectores del libro. Lo intentaré. Pongo mi empeño en conseguirlo. Sé que lo puedo lograr y lo conseguiré si el tiempo y las circunstancias no lo impiden.

 

El 19 de diciembre de 2018 escribí:

 

Mi querido rector electo, don Antonio Hidalgo García:
 
Me ha encantado el que cuente conmigo para mejorar esta universidad que tantas alegrías me ha dado a lo largo de mi vida profesional y personal.
 
puede leer lo que acabo de escribir.
 
Le deseo que en su mandato supere al rector que más he admirado de todos los que he tenido: El Dr. Chordi. Fue un gran impulsor de la Institución. Luego vino la LRU y la universidad se politizó y nacieron los nuevos reinos de taifas de los departamentos eliminando la facultades. Luego vino Bolonia que usted conoce muy bien y junto a la demagogia  nos ha llevado a la situación en que se encuentra y en la que usted va a tener que trabajar muy  duro para mejorar la situación. Extremadura a pesar de la Universidad no ha levantado el vuelo, conozco muy bien a la gente del cobre y su contacto me dice que la economía extremeña está por los suelos com indican las estadísticas de casi todos los factores, sueldos, vivienda, consumo.
 
Le deso una felices fiestas. Espero que el espíritu regeneracionista de Vicente Medina le influya para regenerar Extremadura.
 
Un cordial saludo
 
Antonio Viudas Camarasa»

A las 0:41 del 1 de enero de 2019  confío en que este año nuevo será renovador para toda la sociedad, incluida la Universidad de Extremadura.

 

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