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2019 10 27

Papers, escritorio, en constante actualización

Antonio Viudas Camarasa: Mi conferencia sobre Unamuno en las Hurdes en Pinofranqueado 27 de octubre de 2019, 12:30h. Salón de actos del ayuntamiento de Pinofranqueado

Acto organizado por Insertus del programa «Paisajes literarios. Cultura crea turismo». Diputación Provincial de Cáceres.

Textos de Unamuno citados sin ánimo de lucro

[1:29, 24/9/2019]
  • Recibo un guasap con este texto: Antonio, ¿te gustaría dar una conferencia sobre Unamuno en las Urdes en Pinofranqueado?
[5:58, 24/9/2019]
  • Antonio: ya me informarás en qué contexto se enmarca mi reflexión sobre Unamuno. Leer y reflexionar sobre este autor es apasionante.
[6:10, 24/9/2019]
  • Antonio: Este título es el mejor por ahora. Antonio Viudas Camarasa: Reflexión sobre Unamuno.
[20:02, 17/10/2019]
  • Antonio: Leo en Unamuno en su viaje a las Hurdes: “Buen pueblo el Casar, atractivo para quien ama la paz del retiro y el retiro de la paz» «Viajes y andanzas españolas» (Unamuno 1922: 109) y este quiasmo lo aplico a tu parque pensando en España «¡Qué bonito Lund, atractivo para quien desea y ama la paz del camino y el camino de la paz».
  • [20:23, 17/10/2019] Antonio: En lo alto de la Peña de Francia en 1911, unos años antes de su viaje a las Hurdes Unamuno escribió:
  • «¡Vivir unos días en el silencio y del silencio, nosotros, los que de ordinario vivimos en el barullo y del barullo! Parecía que oíamos todo lo que la tierra calla, mientras nosotros, sus hijos, damos voces para aturdimos con ellas y no oír la voz del silencio divino. Porque los hombres gritan para no oirse, para no oirse cada uno a si mismo, para no oirse los unos a los otros.» «Viajes y andanzas españolas» (Unamuno 1922: 23).
  • Sí los hombres en 2019 seguimos gritando para no oírnos, para no oírnos a nosotros mismos, para no oírnos los unos a los otros. ¡Qué fácil es no oírse, qué difícil es escucharnos a nosotros mismos y muchas veces resulta imposible escuchar a los demás! Por cada diez personas que hablan no hay una que escuche. Todos estamos casi sordos. Un gran negocio para jóvenes emprendedores: fomentar la educación contra la sordera y vender audífonos que enseñen a escuchar y oír: audífonos contra el diálogo de sordos.

 

[12:52, 26/10/2019]
  • Antonio: Interesante. Emociones y opiniones encontradas. Me encantará escuchar a ambas partes. Los partidarios y antipartidarios. Los Humos y los Otros. Unamuno mañana revivido en Pinofranqueado con Marañón y Buñuel de segundones.
[1:10, 26/10/2019]
  • Antonio: Auténticos viajeros y exploradores. Me alegro de que todo os haya salido muy bien. Yo sigo trabajando a estas horas… de viernes. El domingo tengo una conferencia en Pinofranqueado en Las Hurdes para hablar de Unamuno y Las Hurdes.
[21:20, 20/10/2019]

Antonio Viudas Camarasa: Unamuno, viajero no turista además de hombre de libros

Antonio Viudas Camarasa

En esta semana he disfrutado ser viajero por tierras de Extremadura (España) y Portugal. El 13, domingo, salí de casa con la autocaravana y hoy, 20, me he levantado temprano y me encuentro con citas de Miguel de Unamuno en un artículo que escribió para sus lectores argentinos desde Bilbao en 1909:

  • «Y de nosotros nada os digo. Cuando oigáis hablar á algún español de España con ligereza, informaos si conoce algo más que la aldea ó el lugarejo en que se crió y de donde emigró á América. Hay quien salió jovencito de su pueblecillo—tal vez un pueblecillo costero—sin conocer otra cosa, y os habla luego de España… por lo que lee en los periódicos». Unamuno, Por tierras de Portugal y España, 1911:194

El conocimiento de España por parte de una inmensa mayoría es todavía por lo que «lee en los periódicos».  En 2019 el hombre se desplaza, pero no viaja.

Sigo buscando a Unamuno y se confiesa ante el lector argentino y desdice el concepto que siente ante los que le juzgan sin conocerle y les dice que él viaja, que conoce la opinión del pueblo –curioso el lema de la GNR (Guardia Nacional Republicana):  «Pe la lei e pe la grei» [Por la ley y por la grey], en castellano sin rima «Por la ley y por el pueblo»– Unamuno ama a su patria porque la ha recorrido a pie, a caballo, en tren y en auto. El conocer el paisaje y el paisanaje de un territorio le produce su pasión de España:

  • «Si yo fuera el hombre de libros que me creen los que no me conocen; si yo no anduviera de un sitio á otro, hablando con todo el mundo ; si el sol no me hubiese mudado muchas veces la piel de la cara, ¿ creéis que podría conservar este caudal de pasión que á las veces se vierte, dicen, en injusticia? No, no ha sido en libros, no ha sido en literatos donde he aprendido á querer á mi patria: ha sido recorriéndola, ha sido visitando devotamente sus rincones». Unamuno, Por tierras de Portugal y España, 1911:193

Unamuno insiste en que España «está por conocer para los españoles». Sucede en casi todos los países, el nativo desconoce su propia patria chica y busca nuevos horizontes para su existencia. En 2019 se observa esta realidad que atestigua Unamuno.

La imagen que tiene el resto de España de algunas regiones es fruto del desconocimiento del paisaje y del paisanaje.

  • Extremadura sigue siendo hoy la gran desconocida para muchos. Se conoce a Extremadura por lo que dicen los periódicos no por lo que se ha vivido en ella.
  • Unamuno afirma que España es una gran desconocida por los propios españoles. La razón principal es que España no tiene viajeros, la mayoría del pueblo español se comporta como un turista en el mejor de los casos.
  • Te dejo con esta larga cita Unamuno. Saboréala y si no estás de acuerdo con lo que dice Unamuno, da tus razones y las escribes en tu cuadernillo:
    • «España, se ha dicho muchas veces, está por conocer para los españoles. Y lo que con España pasa, supongo pasará en otros pueblos. Hay aquí, en Bilbao, por ejemplo, aunque cada vez menos; hay en Barcelona no pocos que, sin conocer el resto de España, sin haber viajado per ella, sin haber visitado rincones, llenos de historia, de leyenda, de poesía y de paz, de Castilla, Aragón, Extremadura ó Andalucía, se han ido á viajar por Francia, Italia ó Alemania. Y ahí supongo os pasará lo mismo, y es que habrá no pocos jóvenes argentinos que, sin haber visitado las hermosuras y maravillas del suelo patrio, se apresurarán á correr á París, á Roma ó á Madrid. Es casi seguro que un joven bonaerense ansía ‘más Conocer á Versalles que los saltos del Iguazú». Unamuno, Por tierras de Portugal y España, 1911:185-186.
  • Unamuno siempre te hace pensar. Te ataca. Te provoca.
  • Unamuno es un pensador, es un filósofo que cuando viaja ve, mira y al mismo tiempo crea su propio paisaje.
  • Lo difícil es leer el paisaje como Unamuno es capaz de leerlo.
  • Hay muchos exégetas de Unamuno que leen a este escritor a su modo y manera. Recrear a un Unamuno a su medida. Leer a Unamuno es muy difícil.
  • Lo que tengo claro es que Unamuno hablaba con el pueblo, recopiló mucho vocabulario del pueblo salmantino y fue el maestro de su único discípulo dialectólogo e historiador de la lengua española: el desconocido Federico de Onís.
  • Lo que tengo todavía más claro es que su fiel discípulo fue Manuel García Blanco, otro desconocido para los posmodernos.
  • El Colegio Universitario de Cáceres compró a libreros de viejo su legado. Ahora desperdigado encontrarás muchos libros y separatas en el fichero de la Universidad de Extremadura. En la Wiki se le despacha con cuatro líneas. Si quieres conocer quién era Unamuno la Real Academia de la Historia se ha acordado del discípulo de Unamuano en Manuel García Blanco
  • Lo más maravilloso de Unamuno es que tuvo escasos discípulos, pero para gloria de las letras universales tiene muchos lectores.
  • En Figueira da Foz me he enterado que Unamuno es muy apreciado y leído en Portugal.
[14:28, 20/10/2019]
  • Antonio: Se buscan viajeros y hombres de libros para conservar la Península Ibérica
  • Martín Martínez RIQUÉ SC Lund Suecia: En ello estamos.
  • Antonio: Unamuno añora políticos viajeros: Castelar y Cánovas.
[9:13, 18/10/2019]

Antonio: Mira lo que he compartido: Unamuno mientras dure la guerra | Kaos en la red @MIUI| https://kaosenlared.net/unamuno-mientras-dure-la-guerra/

  • Raymundo Cuesta sabe mucho. Respecto a la tercera ESPAÑA, le tengo que advertir que hubo, una cuarta y quinta Españas. Españas no son dos, Cáceres y Badajoz. Españas es cada uno de los españoles que no escucha a los otros. ESPAÑA es la comunicación permanente en diálogo de sordos.
  • Por fin leo algo serio sobre Amenábar. Se ha documentado Amenábar, pero no conoce todo sobre Unamuno. Ha hecho su Unamuno y lo aplaudo. Y sobre todo ha hecho que se hable de Unamuno y ha hecho Caja. Sin Caja no se puede seguir haciendo buen cine
[10:32, 20/10/2019]

Antonio: El agua de Cáceres es de las más enriquecidas. Jajajá. Nunca producirán bocio como las aguas de Las Hurdes de Unamuno. Sin palabras y sin comentarios. Y el periodista dando noticia y no investigando la calidad del agua.

2019 10 13

Me acuerdo de que tengo una cita

Cultura crea turismo. Paisajes literarios. Insertus

Rosa Lencero. 13 de octubre de 2019. Moraleja. Rosa Lencero. Cultura crea turismo. Paisajes literarios

14-18 octubre. Figueira da Foz

Mi guión para la décima lectura de Las Hurdes de Unamuno en su libro de 1922. Viajes y andanzas españolas. Editorial Renacimiento. Madrid. De la página 108 a la 124.

UNAMUNO. ITINERARIO HURDES

Escrito en 1914 y publicado en El Liberal.

  1. Viajes y andanzas españolas. Renacimiento.
  • Viaje de Unamuno por las Hurdes con los intelectuales franceses M. Jacques Chevalier y Maurice Legendre, el guía de la Alberca tío Ignacio
  • Viaje a pie con el apoyo de dos machos para llevar el equipaje

1ª Jornada. Aldeanueva del Camino a La Granadilla.

  • “Partimos de Aldeanueva del Camino a pie, y por Abadía y Granadilla nos dirigimos al Casar de Palomero. Tierras extremeñas, las que canto como una alondra Gabriel y Galán; tierras solemnes” 108
  • “La vista de Granadilla a la distancia, con su recinto de murallas y su torreón de entrada, nos quita algunos siglos de encima” 108

2ª Jornada. Desde la Granadilla a Casar de Palomero

  • “Después de Granadilla, unas soledades henchidas de luz del cielo. La jara, como pebetero del desierto, las perfuma”. 108-109
  • “Al empezar a ver sobre Moedas, en el puerto del Gamo, castaños y olivos mezclados en no sé si amigable compañía, recordé haber visto en no sé qué Atlas geográfico separadas por una línea la región del olivo y la del castaño” 109
  • “! ¡Y qué largo se me hizo el camino al Casar! En una gran ermita empezó a anochecernos, y aquello no acababa. 109
  • “Y al llegar al Casar, de noche ya, qué tragos de agua, de agua de Sierra, del cántaro de una buena samaritana—es un decir—de la fuente que hay a la entrada del pueblo”. 109
  • “El Casar de Palomero puede llamarse la corte de las Hurdes, y sus dos capitales, Pinofranqueado y Nuñomoral. Es decir, las Hurdes tienen dos especies de cortes: el Casar del lado de Cáceres y la Alberca del lado de Salamanca”. 109
  • “Buen pueblo el Casar, atractivo para quien ama la paz del retiro y el retiro de la paz”. 109 [Dos médicos y dos fábricas de luz eléctrica]
  • “Excelente remanso de sosiego este Casar de Palomero, con su fisonomía serrana, sus grandes balcones de madera para tomar el fresco”. 110
  • “Topé con conocidos, con estudiantes, y pronto tuvimos en torno nuestro en la posada a los notables del pueblo. Y gusta charlar así”. 110
  • “Nos informaban de las Hurdes y de los hurdanos, y pude observar que la leyenda empezaba ya allí. Y además, que suele suceder que aquellos que viven junto a una región famosa y de que se habla mucho suelen ser con frecuencia los que menos han sentido el acicate de ir a conocerla por sí”.110
  • El maestro del Casar, D. Feliciano Abad, sí que conoce las Hurdes. Un pequeño croquis que de ellas nos hizo nos fue utilísimo” 110
  • Retiro de paz y remanso de sosiego he llamado al Casar, y así es. Pero sería más si los perros le dejaran a uno dormir de noche”. 110
  • “Toda la noche fue una lamentable sinfonía— es un decir también—de ladridos. A ratos estuve por asomarme al balcón a gritar: ≪ ¡Que maten a ese perro! ≫ Pero no era uno solo, no. Parecía alejarse, perderse en el otro extremo del pueblo; pero volvía al punto”. 110
  • “Solo al romper la mañana, cuando los gallos cantan, callaron los perros. Había ya otros voceadores que nos desvelaran.

3ª Jornada de Casar de Palomero a Pinofranqueado. Río Ángeles. Las Erías

  • Y a la mañana, después de haber visitado la iglesia y aquella cruz que los judíos apedrearon antaño, emprendimos, montaña abajo, junto al río Ángeles, que corre entre piedras limpísimo, el camino de Pinofranqueado, de las Hurdes.
  • El maestro nos escoltaba.

Paisaje: agua, montañas. “Madrigueras de bestias más que cunas de hombres”

  • Estábamos ya en las Hurdes, lejos del mundo bullanguero, siguiendo lo que dice el agua que canta al pie de 111 las montañas peladas, vestidas no más que de brezo, helecho y matorrales bajos; montañas de perfiles suaves, redondeadas, que bajan, al parecer, mansamente a bañar sus pies en el agua; pero montañas recias y ásperas, madrigueras de bestias más que cunas de hombres.

Recogimiento

  • Pero ¡qué sensación de recogimiento!

Bañarse y secarse al sol desnudo. Unamuno naturista

  • ! Y el bañarse allí, en la claridad del agua que canta entre canchales y secarse al sol, desnudo como el cuerpo que se le entrega!

Adiós al mundo de los periódicos

  • ! ¡Adiós el mundo de los periódicos y de la política! Por unos días no habríamos de saber nada de él.

Descripción general de las Hurdes. Ríos: Esperabán, Fragosa y Hurdano y los Ángeles

  • Los tesos, collados y montanas se entrebrazaban unos con otros.
  • En su disposición general forman las Hurdes tres hondos valles casi paralelos: el del rio Esperaban, el del Fragosa y el del rio Hurdano, sin contar el del rio Ángeles; pero, dentro de esta traza, !que intrincamiento de repliegues!

Comarca ideal para estudiar la geografía viva

  • Difícilmente se encontrará otra comarca más a propósito para estudiar geografía viva, dinámica, la acción erosiva de las aguas, la formación de los arribes, hoces y encañadas. Y una maravilla de espectáculo a la vista, ya desde los altos se dominen las hondonadas y el vasto oleaje petrificado de las líneas de cumbres, ya desde los barrancos se cree uno encerrado lejos del mundo de los vivos que leen y escriben.

Pinofranqueado

  • Y así llegamos a Pinofranqueado, la capital de las Hurdes bajas.
  • Un buen pueblo, sin nada de la ridícula leyenda del salvajismo hurdano.

La leyenda de las Hurdes. Legendre. Honor de España

  • ! Y con impaciencia de entrar de una vez en las verdaderas Hurdes, es decir, en aquellas de que se nos ha dicho tantas veces que los hombres casi ladran, que se visten de pieles y huyen de los… civilizados!
  • Había que entrar de una vez en esa región que alguien ha dicho es la vergüenza de España, y que Legendre dice, y no sin buena parte de razón, que es, en un cierto sentido, el honor de España. Porque, !hay que ver lo heroicamente que han trabajado aquellos 112 pobres hurdanos para arrancar un misérrimo sustento a una tierra ingrata! ≪Ni los holandeses contra el mar≫, me decía, y no le faltaba razón.
  • Pero de esto más adelante.

Comida en Pinofranqueado. El secretario

  • II En Pinofranqueado, donde comimos, nos hizo el maestro del Casar un croquis topográfico de las Hurdes y nos dio una carta para el secretario del pueblo, D. Juan Pérez Martin, entusiasta e ilustrado hurdano filo, que estaba ausente, y a quien encontramos en el camino a Las Erías, donde íbamos a dormir.

El las Hurdes hay comida. Venancio el fondista de Béjar les vendió comida

  • No habíamos tenido que tocar las provisiones con que en Béjar nos proveyó Venancio ni hemos tenido apenas que tocarlas en nuestros cinco días hurdanos. “Miren ustedes que allí no hay nada, |ni pan!», y el buen fondista bejarano quería cargarnos de vituallas. “Pero algo comerá allí la gente…», decía yo. “Si; patatas asadas entre dos piedras.» Y, en efecto, la gente, aunque sea mal—no tan mal como dice la leyenda—, come, y quien allá va puede comer también. !Ahora, esos señoritos remilgosos!…

El secretario y el obispo Jarrín, placentino de origen salmantino

  • Al rato de salir de Pinofranqueado, en plenas verdaderas Hurdes ya, encontramos a su secretario, D. Juan Pérez. Se puso a nuestra devoción y se volvió con nosotros. Hombre despierto y vivo y uno de los mejores informantes de cuanto a las Hurdes respecta. Él nos hizo saber todo lo que esa región debe al que fue obispo de Plasencia, el salmantino D. Francisco Jarrin Moro, cuya labor en las Hurdes fue realmente benemérita.

Río Esperabán. La Muela y el Robledo

  • Seguíamos entre esguinces y rodeos, buscándoles las vueltas a los tesos, el rio Esperaban. Atravesamos do 113 pequeñas alquerías hurdanas, la Muela y el Robledo, sin detenernos en ellas. Pase junto a una casa de piedras apiladas, tejados de pizarra, sin más hueco que la puerta de entrada. Empezaba la visión de la miseria.

Atardecer en Las Erías y noche hurdana

  • Ya muy al atardecer llegamos a Las Erías, donde habíamos de pasar nuestra primera noche verdaderamente hurdana.
  • Nos sentamos a tomar el fresco y contemplar el cielo limpísimo, en una de aquellas callejuelas escabrosas, junto a corralillos enanos.
  • Unos grillos caseros, blancos, según me dijeron, que se albergan en las rendijas de los muros de aquellas casucas miserables, cantaban la desolación de la barranca en que penan los hombres.
  • Casi todo el pueblo nos rodeó: niños, mozos y viejos, y en torno a nosotros, a los forasteros, se hizo serano. ¡Pobres gentes!

Las quejas

  • Hay que oírles quejarse de la triste y dura tierra que les ha cabido en suerte.
  • !Pero no la abandonan, no!
  • Mas bien se apegan a ella, con tanto más trágica querencia cuanto más dura es.

Amor al hijo desvalido

  • Suele quererse más, no al hijo más hermoso y afortunado, sino al más desvalido y desgraciado, al que costo más críarlo y sacarlo adelante.

El escrito más costoso

  • Un escritor prefiere de entre sus escritos el que más trabajo le costó, no el que obtuvo mejor éxito.
  • Si, es hondamente humano el que estos pobres hurdanos se aquerencien y apeguen a aquella tierra que es, más que su madre, su hija.
  • Legendre me decía que eran el honor de España. Y no es paradoja. Han hecho por si, sin ayuda, aislados, abandonados de la Humanidad y de la Naturaleza, cuanto se puede hacer.
  • Entre aquellas quebradas fragilísimas, en los abruptos barrancos, bancales levantados trabajosísimamente; un muro de contención para sostener un solo olivo, una sola pobre cepa de vid; canalillos en que se trae el agua de lejos y que hay que rehacer a cada momento; huertecillos enanos, minúsculos, cercados que parecen de juguete infantil. Y luego baja el 114 jabalí y les estropea el patatal, su casi único remedio contra el hambre. Casi llorando me lo decía una pobre mujeruca de las Mestas.
  • Y todo ese rudo combate contra una naturaleza madrastra— allí sí que encaja el “madre en el parto; en el querer, madrastra*, de Leopardi—lo hacen solos, sin ayuda de bestias de carga, llevando a cuestas las piedras de la cerca o del bancal, trasportando a propio lomo por senderos de cabras o entre pedregales sus cargas de lena o el haz de helecho para la cama.
  • Rico, riquísimo, el que posee un borrico entero en uno de los pueblos pobres. Contaronnos que había veces en que al casar un padre a su hija—las bodas las hacen! os padres y cuando apenas son adolescentes los mozos—la daba de dote la pata de un asno; es decir, una cuarta participación en la propiedad del asno, o sea el poder disponer de él cada cuatro días, alimentándolo entonces. Y el novio iba la víspera de la boda al monte a recoger helecho para la cama nupcial la del

Cuarta noche en Las Erías: cuatro camas buenas, mullidas y limpias

  • Mas yo las cuatro noches que dormí en las Hurdes dormí en cuatro diferentes camas y buenas, mullidas y limpias.
  • En limpia y buena cama dormí en Las Erías, en casa del maestro de la alquería, de uno de esos maestros habilitados que la Diputación de Cáceres ha puesto por las Hurdes, de uno de esos heroicos ciudadanos que por un pobre estipendio van a luchar en una lucha no menos trágicay menos recia que la de los pobres hurdanos con su madrastra tierra.

Las cabras de Las Hurdes

  • Cuando descansábamos en las escarpadas callejuelas de Las Erías, al ir cayendo, como un celeste consuelo, una noche de serena majestad sobre la ceñuda desolación de la madrastra, empezaron a volver al pueblo las cabras,
  • las cabritas enanas de las Hurdes. ¡Pobres animalitos!

Las quejas de los hurdanos. Duda Unamuno si son “Quejas rituales, eco de lo que han oído a los que se constituyen en sus abogados…”

  • 115 La pobre gente hablaba de su vida mansa, humilde, resignadamente.
  • Me entro la duda de si las quejas eran quejas rituales, eco de lo que han oído a los que se constituyen en sus abogados, o una forma más de nuestra característica quejumbrosidad española, de esta detestable manía de pordioseros de estar siempre lamentándonos de nuestra suerte y la de nuestra patria. Me entro la duda de si todo ello no era sino la voluptuosidad de la queja. Porque es el caso que ellos apenas emigran, y si salen, vuelven pronto a encerrarse allí. . ¿Y el secreto de esto? Ya os diré lo que de ello creo.

4ª Jornada de Las Erías a Horcajo. El Gasco

Montaña versus llanura

  • Partimos al amanecer de Las Erías trepando a unos altos para llegar a Horcajo. ! ¡Estupendo panorama! Me acorde de la frase de Berman, de que jamás se podrá expresar el sentimiento de la montaña en una lengua hecha por los hombres de las llanuras. Alla, en lo hondo de la encanada, se apezuñaban los tejados de pizarra de las casucas de Las Erías, bien apretados unos a otros, como un testudo romano. Y todo ello, la alquería, como una roca en pedazos. Diríase un fenómeno de mimetismo; que los pobres hombres querían confundir sus pobrísimas viviendas con las rocas de la madrastra, para escapar así al ojo del Supremo Cazador.

Montañas sin sol. Sol de nueve a dos de la tarde

  • En Las Erías, en invierno, el sol no dura más de cinco horas, de nueve a dos. Pero allá arriba, en otra mucho más miserable alquería, colgada en las abruptas cuestas de un sombrío repliegue de la montaña, allí apenas si hay sol.

Enanos, cretinos y con bocio

  • Sus misérrimos moradores son, en su mayoría, enanos, cretinos y con bocio. Nuestros informantes atribúyanlo a la falta de luz del sol. Otros lo han atribuido, al buen tuntún, a lo corrompido de las aguas. Y parece ser que es todo lo contrario: que ello se debe a la pureza casi pluscuamperfecta de las aguas, a que las beben purísimas, casi destiladas, recién salidas de la nevera, sin 116 sales, sin iodo, sobre todo, que es el elemento que, por el tiroides, regula el crecimiento del cuerpo y la depuración del cerebro.

El bocio de las ideas puras, destiladas, matemáticas = bocio y cretinismo espirituales

  • Y esta explicación, que parece satisfactoria, me despierta una analogía. Y es que también los que no beben sino ideas puras, destiladas, matemáticas, sin sales ni iodo de la tierra impura, acaban por padecer bocio y cretinismo espirituales. El alma que vive de categorías se queda enana.

Los hurdanos, uno de los honores de nuestra patria

  • ¡Pobres hurdanos! Pero… .salvajes? Todo menos salvajes. No, no, no es una paradoja lo de mi amigo Legendre, el inteligente amador de Espana; son, si, uno de los honores de nuestra patria.

La entrada en Horcajo

III

  • Cuando entramos en Horcajo hirió lo primero mi vista, como ya en Las Erías me pasó, las macetas de flores en ciertos salientes de las casucas. Bien se conocia que estabamos en Extremadura, donde se rinde a las flores mucho mayor culto que en Castilla.

Las hurdanas lavando a sus chiquillos

  • Y vi en Horcajo, al entrar de improviso en el, las hurdanas lavando a su3 chiquillos.Y arrullandolos con maternales caricias. Una de las cosas que mas han llamado mi atencion enlas Hurdes es la gran cantidad de niños preciosos, sonrosados, de ojillos vivarachos, que he visto. Luego se estropean en aquella terrible lucha por el miserable sustento.

Hombres entecos / mocetones fuertes

  • Y es curioso tambien ver las grandes diferencias de unos a otros. Pareceme que el tipo medio como si se borrase. Junto a hombres entecos, esmirriados, raquiticos, se ven recios mocetones quemados del sol, agiles y fuertes, y junto a pobres mujerucas, prematuramente decrepitas, encuentrase muy garridas y guapas mozas 117

Río de Fragosa

  • Desde Horcajo, para pasar al Gasco, al valle o, mejorque valle, barranca en cuyo fondo corre el rio deFragosa, una imponente cuesta. Desde lo alto, abierto elpecho, respirando a todo pulmón el aire de las cumbres,se veía allá abajo el que dicen el volcán de las Hurdes.No voy a hablaros de él, ni de las cascadas. Otros handicho muy bien de esto.Esta barranca del rio Fragosa, este valle central de lasHurdes, es lo más miserable de estas.
  • Difícilmente se encontrará peores poblados que el Gasco, Fragosa, Martilandrán.

La casa zahurda del Gasco. La carita brillante de una niña

  • Al atravesar el Gaseo por aquellas infernales callejuelas, entre aquellos hombres ceñudos y negros, me asome a la puerta de un casuco. La carita, fresca como una rosa y brillante como un lucero, de una niña, hacia resaltar la horrida y sucia negrura de aquella zahurda.

Las quejas de los hurdanos de El Gasco

  • Y siempre las quejas. ≪Por aquí debía venir el rey a comer lo que comemos≫—decía una mujer que, si no era vieja, lo parecía. Y decídalo en muy claro y muy neto castellano.

Hablan castellano y lo hablan muy bien

  • Porque eso de que ladren o poco menos, es otra patraña. Hablan castellano, y lo hablan muy bien.

No huyen de los visitantes

  • Y no huyen de los visitantes. Al contrario, acércanse a ellos a pedirles cigarrillos y por si cae alguna perrilla que les remedie.

Del Gasco a Fragosa

  • Por fragosísimo sendero, desde el Gaseo a Fragosa.

Darnos un baño en su lecho de rocas redondeadas

  • Y aquí a bajar al rio, a darnos un baño en su lecho de rocas redondeadas y dulcificadas por el agua. Un agua clara, tibia, rumorosa, soleada.

No hay agua como la de aquí // No hay ideas como las nuestras

  • ≪!No hay agua como la de aquí!≫ —decían con orgullo. Y esto lo oímos en las Hurdes
  • por dondequiera. La tierra es misera, dura, pedregosa; pero, ¿aguas? !No las hay mejores en el mundo!
  • Esto mismo dirán, me figuro, aquellos pobres enanos cretinos y con papera de la alquería colgada de la cumbre.
  • Como los otros, los de los conceptos destilados y 118 sin sal alguna, dicen: !No hay ideas como las nuestras, como las ideas puras!

Los castaños de las Hurdes. Comida en Fragosa

  • Junto al lugar del baño, a la sombra de unos castañosy al son del canto del agua, nos pusimos a comer.

Tertulia

  • Bajo una buena parte del pueblo, mozos y mozas sobre todo,y nos rodearon en tertulia.
  • Logré un muy halagüeñoéxito poniéndome a dibujar. ≪!Y lo hace sin máquina, como escribiendo!≫
  • Un chicuelo hizo gala de su conocimiento en lectura.
  • Y un mozo, ya hombre, fuerte, limpio,garboso, de nombre Bernardo, nos mostró lo claro y vivo de su inteligencia. El pobre hurdano ansiaba conocer las lenguas de los distintos reinos—nos oyó hablar francés—, correr tierras, ver mundo, salir de las fragosidades deFragosa. Sabía que para ir a Roma por tierra hay quepasar por Francia. Mas de seguro que si sale volverá a su pobre Fragosa, a la miserable alquería tan heroicamentearrancada a los furores de la [madrastra, allá, entre suspobres olivos, su huertecillo de patatas, sus cabritas enanas. ¿Por qué?

De Fragosa a Nuñomoral por Martiladrán

Espectáculo de la miseria

  • De Fragosa, pasando junto a la alquería de Martilandrán, pero sin entrar en ella, a Nuñomoral.
  • Para qué habíamos de entrar en uno más de esas miserables mazorcasde tugurios? ¿A que conduce apurar el espectáculode la miseria?
  • Además, no íbamos a hacer estadística,ni menos sociología. Y Dios les libre a las Hurdes de quecaiga en ellas un sociólogo.

La vivienda. Unas deplorables y la casa moderna de Patricio Segur

  • Nuñomoral, en una vega algo más extensa que lo sonen los barrancos de las Hurdes, es ya otra cosa que esasmiserables alquerías que acabábamos de atravesar.
  • Hay, si, en Nuñomoral viviendas deplorables; pero junto aellas se alzan algunas excelentes casas modernas. La de Patricio Segur, de cuya hospitalidad cordial y franca gozamos, es una muy buena casa hasta para fuera de lasHurdes. 119
  • Y es así como va transformándose aquella región, partiendoel cambio de ciertos centros tales como Pinofranqueado y Nuñomoral, y aun Las Mestas, especie de capitales.

Irradiación urbana. Caigo en sociólogo

  • Siempre la civilización ha sido de irradiación urbana. Y se consigue, sin duda, mas, mejorando esas capitales yque de ellas irradie la mejora, que pretendiendo levantarhomogéneamente el nivel civil del campo. Mas veo quecaigo en sociólogo, y esto es peor que verse obligado ano beber sino agua purísima de las cumbres, agua destiladadel cielo.

De Nuñomoral a Casares pasando por La Segur

  • De Nuñomoral, en un principio por el nuevo camino vecinal que se está haciendo, a Casares, pasando por La Segur.
  • Esta alquería de La Segur es tan mala como cualquiera de las del valle de Fragosa.
  • Me asome a la vivienda de uno que me dijeron era uno de los ricos del pueblo, y aquella visión cortaba el respiro.

Manchones de quemado. El hurdano persigue el pinar. Los cabreros enemigos del arbolado y enemigos de la propiedad comunal

  • Por todas aquellas abruptas faldas había grandes manchones de quemado, para que el brezo retoñe más lozano. Pero queman también los pinares, los persiguen. Es decir, cuando son del común, cuando el Concejo los hubo plantado, no cuando son de particulares.
  • Hay lo de que los cabreros son los enemigos más acérrimos del arbolado; pero hay también la guerra a la propiedad comunal

El hurdano es radical y fundamentalmente individualista

  • El hurdano es radical y fundamentalmente individualista.
  • Como que por eso brega y pena allí y apenas emigra, y si emigra vuelve.

En Casares comida y siesta

  • En Casares, un buen refrigerio, gracias a D. SantiagoPascual, y un buen reposo, una siesta restaurada.

 

Y de Casares ascensión al otro valle o barranca para llegar a las Hurdes Altas

  •  Y desde allí a trasponer un alto para dar vista al otro valle o mejor barranca, al de las Hurdes Altas.
  • Y una vez más volví a gozar la emoción, tan familiar a mis mocedades, de estas ascensiones lentas, en rodeos y vueltas, abriendo más cada vez el pecho, ganando más horizonte cada vez, viendo achicarse lo que abajo queda y mirando de rato 120 en rato a la emitida línea en que la cumbre corta al cielo e imaginándose uno como será el otro mundo—porque es un mundo también- que del otro lado se extiende.

El macho come un poco de carqueja y el tío Ignacio filosofa “Qué brutos animales”

  • El macho se detiene a las veces a comer un poco de carqueja y uno se impacienta. Es mejor ir a pie, llevarse a sí mismo, que llevar un macho. ≪! Que brutos animales!≫ — repetía, como un estribillo, el tío Ignacio.

La cumbre donde se divisa el río Hurdano. Río Malo de Arriba

  • Y por fin en la cumbre, habiendo domeñado al coloso, puéstole los pies en la cabeza, y contemplando, mientras se toma huelgo, cual será la mejor bajada.
  • Alla en el fondo la entrada de la tercera barranca, la del rio Hurdano, que se hurta a la vista en el intrincamiento de los montes, cuyos perfiles se cruzan como en el corte que llaman los carpinteros cola de milano.
  • Y al pie de nosotros, en la hondonada, la testudo de tejados pizarreños de Riomalo de Arriba. Al acercarnos al cual una chicuela que estaba en un huertecillo, salió disparada, saltando de risco en risco, como una cervatilla a la que se sorprende.
  • Y subían cantares del fondo. Y no la primera vez, pues ya otras, al acercarnos a estos misérrimos pueblecitos, oímos algún cantar humano subir barranca arriba, hacia los cielos.

Desde Ríomalo de Arriba a Las Mestas. Las Hurdes Altas

  • IV Las Hurdes Altas, desde Riomalo de Arriba a Las Mestas, es, en conjunto, lo menos malo de toda la región hurdana.
  • Las parras que sombrean de un lado a otro la callejuela principal de Riomalo, al despedazar la luz que en ella entra, como que la viste de un abigarrado traje.
  • Al salir del pueblecillo, sus habitantes casi todos habíanse congregado a vernos marchar. ≪ ¿Que serán? ¿Los del camino? ¿Ingenieros? ¿Acaso algunos que vuelven de América?≫

Una moza esbelta macerando el lino se lavaba las piernas

  • Junto al rio, entre las piedras, la moza que estaba a macerar el lino, se lavaba las agiles piernas. Y era un espectáculo de paz y de sosiego. Una moza esbelta, firme como un arbolillo silvestre que no conoce la poda. Me acordaba de Rousseau y de sus teorías, tan en boga en un tiempo, sobre el estado de naturaleza.

Parada en Ladrillar

  • Un alto en el Ladrillar, a tomar huelgo y agua, esa agua como no la hay otra.

De nuevo las quejas de los hurdanos

  • Y reunión de comadres y las lamentaciones de rigor. Hasta que un recio mocetón,curtido del sol, que llevaba a un niño en brazos, exclamo que estaba ya harto de oír tanto repetir que era aquella la peor tierra; que esto no era así, ni mucho menos; que el había corrido mundo, habiendo estado en el Canal— el de Panamá—, en el Brasil, en la Martinica, en Jamaica… y que había visto muchas tierras peores que la que ellos habitaban.

Teoría Unamuno. El derecho a la propiedad de los hurdanos. Casi todos son propietarios

  • ≪ ¿Pero esas tierras están habitadas? ≫— le pregunte; y él: — ≪No, señor, porque no las cultivan ≫—me contestó—. ≪Esa es la diferencia—le dije—; que allí no se empeñan en habitar y cultivar lo que no lo merece. ≫

Duda unamuniana

  • ¿Tuve razón? Porque ved por qué esos pobres heroicos hurdanos se apegan a su tierra: porque es ≪suya≫. Es suya en propiedad; casi todos son propietarios. Cada cual tiene lo suyo: cuatro olivos, dos cepas de vid, un huertecillo como un pañuelo moquero (y no es que usen de estos últimos).
  • Y prefieren mal vivir, penar, arrastrar una miserable existencia en lo que es suyo, antes que

bandearse más a sus anchas teniendo que depender de un amo y pagar una renta. Y luego es suya la tierra porque la han hecho ellos, es su tierra hija, una tierra de cultivo que han arrancado, entre sudores heroicos, a las garras de la madrastra naturaleza, Ellos la han hecho, 1 2 2 uno la suya, apoyando un olivo, construyendo un bancal para una cepa, rehaciendo la cerca que destrozo la avenida de aguas o el jabalí.

La sociología y el filántropo hurdanófilo

  • No ha faltado filántropo hurdanófilo—tedas estas palabras, cuyo primer componente es un nombre étnico y el segundo componente es ≪filo≫, ¿no os huelen un poco a sociología?—no ha faltado filántropo hurdanófilo—y son dos filos—que haya propuesto como remedio al que llamaremos problema de las Hurdes despoblarlas, sacar a sus habitantes y darles modo de vivir en otra parte.
  • Pero si un padre tuviese una hija enferma, enferma de una enfermedad crónica que la sujeta y clava a su lecho de dolor, de donde no se puede moverla, y ese padre hubiese luchado un día y otro, y meses y años por arrancar a su hija de la muerte, y en esta lucha se hubiese extenuado,. le diríais que abandonase a su hija, que la dejara morir y salvase su vida? Pues la pobre tierra cultivada de las Hurdes es la hija de dolores, de afanes, de sudores, de angustias sin cuento, de esos heroicos españoles a quienes se llama salvajes. Ellos la han hecho.

Huyendo de persecuciones de raza

  • Fueron allá, Dios sabe cómo, huyendo acaso de persecuciones de raza— ! quien sabe si hasta de religión!…—, fugitivos tal vez, o bien, vagueando, y allí, donde ni el amo ni el fisco les perseguían, empezaron a crearse una tierruca.

El hurdano sale y vuelve a comprar tierra

  • Salen algunos, sí, pero en cuanto hacen unos punados de pesetas vuelven a comprar. Hace unos anos lo mas de Las Mestas era de albercanos — casi todas las Hurdes pertenecieron antaño a la Alberca—, mas hoy han comprado ya los que la habitan sus propias tierras, y aun alguno empieza a comprar su terreno de la Alberca.

 

5ª Jornada. Noche en Cabezo

  • Del Ladrillar fuimos a hacer noche al Cabezo. Noche en una buena cama, por mi parte, pues mis compañeros durmieron al sereno, en el porche de la iglesia.
  • Yo en 123 una buena cama, en un cuarto amplio, decorado con cuadros hechos con portadas en colores de novelas por entregas, junto a estampas de la Virgen, San Antonio y el Corazón de Jesús. Allí, la portada de El Barquero de Cantillana, por D. Rafael Benítez Caballero, que edito D. Felipe González Rojas; allí, un retrato del marques de la Habana; allí, el rey Amadeo, yendo, apenas llego a Madrid, a ver el cadáver de Prim.

Oferta de un loro en Cabezo

  • En el Cabezo nos ofrecieron si queríamos comprar unloro,

Traducción de una carta en inglés

  • y vino un pobre hombre a que le tradujese una carta en inglés, que había recibido de la Compañía del Canal de Panamá, en que trabajo.
  • Sin duda el tío Ignacio le había dicho que yo se las lenguas de todos los reinos.
  • Y esto da tanto prestigio como el saber dibujar un poco.

Despojos humanos

  • Entre el Cabezo y Las Mestas, en un repliegue del camino, ciertos restos o despojos humanos con unos pedazos de periódicos al lado. !Y luego dirán que es un país salvaje! Y no es que me escandalice yo mucho de la porquería, no. Hasta he pensado escribir un ensayo sobre la voluptuosidad del pringue. Ensayo lo menos sociológico posible.

Los cipreses de Las Mestas

  • Dimos vista a los cipreses de Las Mestas. Pueblecillo encantador a la distancia, que ni pintado para un pintor.

El río limpísimo y la callejuela. Las Mestas

  • Aquel rio limpísimo, aquel puentecillo, aquellos remansos a la sombra, entre piedras redondeadas de apariencia mórbida, aquellas cuestas por fondo y la corona del cielo.
  • Y dentro ya del pueblecillo, aquella callejuela cubierta de la fronda de las vides. Y todo ello engastado entre frescas y verdes arboledas.

De Las Mestas al valle de las Batuecas

Convento carmelitano

  • Desde Las Mestas, al famosísimo y ya leyendario valle de las Batuecas, donde estuvo el convento carmelitano en un tiempo.

Frondosidad de Las Batuecas

  • El camino de Las Mestas a Batuecas es de lo más frondoso que se puede encontrar. Después de la desolada aridez de las cuestas hurdanas, pobremente 1 2 4  vestidas de brezo, helecho y jara, viene aquel camino sombreado por prietas frondas.

Jardín botánico de Las Batuecas

  • Las Batuecas, como obra en gran parte de los frailes que poblaron su soledad, como obra de solitarios contemplativos, ofrece una riquísima variedad de especies arbóreas. Diríase un jardín botánico abandonado.

Evoca el valle jerónimo de Guadalupe

  • Y en esto me recordaba el valle de Guadalupe—este mucho más extenso—, obra de aquellos jerónimos de que nos ha dejado perenne recuerdo el padre Sigüenza.

Arbolado de Las Batuecas

  • Alcornoques, encinas, robles, tejes, avellanos, cipreses, madroños, olivos… y luego frutales de varias clases. Y allá, por los riscos, la ruina de una ermita junto a un ciprés. Pero no voy a descubriros las Batuecas.

Recuerdo de su viaje hacia 1898 a Las Batuecas

  • Sentirme embargado por esa extraña sensación de la reminiscencia, de ir despertando a la vista de la realidad presente mi viejo recuerdo de la visita que hice a las Batuecas hace diez y seis o diez y ocho años.

Las Batuecas y la literatura

  • Las Batuecas tienen su valor proverbial en nuestra literatura.
  • Y Legendre me dijo que madame de Gen lis escribió una novela, Les Batuecas, donde una batueca, que vive arcádicamente y en estado de naturaleza rousseauniana en ese feliz valle del corazón de nuestra España, sale a correr mundo y a enterarse de su degeneración.
  • Y Jorge Sand dice que esa novela, que siendo niña le leyeron, influyo en su vida toda.

De Las Batuecas a la Alberca y Peña de Francia

  • De las Batuecas salimos a la Alberca. Y luego a nuestra querida Peña de Francia, a tomar aire, sol y paz en aquella cumbre de silencio y de sosiego.

Salamanca, agosto de 1914.

 

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