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20190104 Rectificación de Antonio Viudas Camarasa

«Cajal no fue un \»alpinista\», sino un amante del excursionismo, o como mucho lo podríamos etiquetar como \»montañero\».  (Dr. Eduardo Garrido Marín)

He recibido un amable correo del Dr. Eduardo Garrido Marín, especialista en la faceta de Cajal relacionada con la montaña y nos indica que Cajal no fue alpinista. Agradecemos su amable información y procuraremos leer su nuevo libro donde nos ilustra sobre esta nueva visión de Cajal relacionado con la naturaleza. Pongo para conocimiento de los lectores la cariñosa corrección que agradecemos por parte del Dr. Garrido Marín:

«Les felicito por el artículo, no obstante, personalmente considero que Cajal no fue un \»alpinista\», sino un amante del excursionismo, o como mucho lo podríamos etiquetar como \»montañero\». En el libro monográfico que escribí posteriormente titulado \»Cajal y la Naturaleza\» (Ediciones Desnivel, Madrid, 2016) Uds podrán comprobar mis fundadas opiniones al respecto, pues además de que en dicho libro he publicado otras fotografía inéditas de Cajal en la montaña, examino y analizo a fondo, especialmente en uno de los capítulos \»La alta montaña\», las andanzas de Cajal por ese medio y como él emprendió y realizó sus excursiones montañeras.

Esperando haberles sido útil en este aspecto, les felicito por la página web, y me brindo por si Uds precisan de mí para aclarar algunos aspectos sobre la relación de Cajal con la Naturaleza».

Agradezco la rectificación y la colaboración para dar a conocer sus investigaciones tan innovadoras sobre la relación de Cajal con la Naturaleza.

 

2018 08 26 Antonio Viudas Camarasa

Página en construcción. Perdonen las molestias.

Santiago Ramón y Cajal, alpinista

Releo en tablet El mundo visto a los 80 años de Santiago Ramón y Cajal y me encuentro con una cita que me había pasado desapercibida. En el foro de la SCM inserto esta entrada:

 

CAJAL ALPINISTA. Le gustaba el alpinismo y cuando de viejo siente la debilidad muscular se acuerda que ha subido de joven a lo alto del Moncayo (2314 m.) y de la Jungfrau (4158 m. en Berna, en Suiza. ¿Cuándo estuvo Cajal en Suiza practicando el alpinismo?:

«Contemplar una montaña y escalarla, era para mis veinte años, más que acto deliberado, impulsión instintiva irrefenable. En mi lista de proezas deportivas –harto vulgares, por otra parte– cuento desde el modesto Moncayo a la imponente Jungfrau» pág. 36, 80 años.

Añado otra entrada. LOS VIEJOS SOLO VEMOS LA OROGRAFÍA VERTICAL. El Cajal que iba de la Ronda de Atocha a la Plaza de la Cebada de joven sin problemas y hablaba con todos con ochenta y dos años nos advierte de lo que nos pasará a todos cuando nos llegue la debilidad muscular:

«Jadeante y cansino, apenas puedo caminar sin fatiga 300 metros. La despreciable altura del cerro de San Blas se me antoja la cumbre de La Maladeta, y la cuesta de Atocha, la falda del Montblanc».

Yo que observo la debilidad muscular progresiva de María, la madre de Rosa, con sus 83 años, ahora entiendo domésticamente esta confesión de Cajal. El joven arrogante y petulante es incapaz de penetrar en el pensamiento de Cajal sobre la debilidad muscular. Cuando tenga esa edad lo comprenderá en sus propias carnes. Me crispa la falta de respeto de los jóvenes hacia los viejos esa frase de «A los viejos no nos quieren» me gustó tanto. Margarita Salas está con Cajal y yo tambien.

Martín me remite Naturaleza, montaña, deporte y aventura en la vida
de Santiago Ramón y Cajal  de Eduardo Garrido Marín, Departamento de Ciencias Fisiológicas II. Universidad de Barcelona. España. publicado en Calle libre, CCD 25 I AÑO 10 I VOLUMEN 9 I MURCIA 2014 I PÁG. 69 A 80 I ISSN: 1696-5043)

 

Voy leyendo el artículo de Eduardo Garrido Marín y selecciono material para otra entrada:

 

«GRANDES MÉDICOS SON EL SOL, EL AIRE, EL SILENCIO Y EL ARTE» Ramón y Cajal.

 

En senderismo de hospital solo contaba con el arte. En mi casa tengo sol, aire, silencio y arte. No entiendo por qué en los hospitales no se guarda silencio. Todos hablando a gritos. Visitas de tertulia a grandes voces… máquinas emitiendo a más de 80 decibelios… Sol y aire escasos…

 

Mi interrogación me la aclara Eduardo Garrido Marín que documenta dos viajes de Cajal por Suiza:

 

«Pero, tras su irremediable fugaz paso por Suiza a través del puerto de San Gotardo durante el primer viaje profesional que realizó por Europa en otoño de 1889, Cajal volvió a los Alpes de forma lúdica, al parecer, en 1905, el año previo a concedérsele el Premio Nobel. De este segundo viaje no se tenía prácticamente noticia y,   resumiblemente, fue durante éste cuando Cajal arribó hasta la Jungfrau»  (pág. 76)

Y con esta imagen perteneciente al Legado Cajal (Legado familiar de Pedro Ramón y Cajal Abelló)  aporta la prueba más convincente que demuestra que Cajal estuvo en Suiza:

Texto del pie de foto: «Figura 1. Fotografía inédita realizada por Santiago Ramón y Cajal durante su segundo viaje por Suiza (año 1905). La anotación manuscrita del propio Cajal identifica el lugar donde obtuvo la imagen “Panorama desde Wengernalp (cerca de la Jungfrau)”. Origen de la fotografía: Legado familiar de Pedro
Ramón y Cajal Abelló» (Eduardo Garrido Marín)

 

Captura de pantalla de la foto prueba publicada por Eduardo Garrido Marín en la pág.  77 de su artículo «Naturaleza, montaña, deporte y aventura en la vida
de Santiago Ramón y Cajal» (2013).

 

Gracias a Martín que me ha facilitado la documentación bibliográfica y sobre todo gracias a mi lectura pausada del excelente artículo Eduardo Garrido Marín completo mi visión de Santiago Ramón y Cajal como alpinista.

Hace meses que escribí que se podría completar la biografía tan rica de Cajal a través del archivo fotográfico de las fotografías de las que es autor. Es tarea ardua, pero será necesario que alguien ponga orden en tan rica documentación. Garrido Marín ha iniciado  el camino gracias al legado que perteneció a Pedro Ramón y Cajal. Emilio Ubieto hace muy pocos días me hablaba de la riqueza del legado de Santiago que guardan los herederos de su hermano Pedro en Zaragoza. Con lo conservado en el Instituto Cajal de Madrid y los herederos de Jorge y Luis Ramón  Fañanás, hijos de Cajal se puede reconstruir muchos aspectos ignotos de la biografía de Cajal. En Extremadura, en la sede de la Real Academia de Extremadura, contamos con el Legado Cajal, que recibieron las hijas de Jorge Ramón Fañanás, María y Encarnación Ramón y Cajal Conejero, por donación de su propietaria Encarnación Ramón y Cajal Conejero.

 

Gracias a la colaboración en equipo de los miembros de la Sociedad Científica de Mérida he podido confirmar que Cajal era un alpinista, que dejó de serlo debido a su debilidad muscular.

TERCER DÍA DE REPOSO EN DOMICILIO PARTICULAR

26 de agosto de 2018

 

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