Documento número 5
Antonio Revista Atenea : revista de ciencias, artes y letras Año VIII Volumen XV Número 72 – febrero 1931
Concepción, Chile : Universidad de Concepción, 01/02/1931.
Paginas 285 y 286 y pag. 1 para contextualizar el periódico.
Critica de la 3a edición del Miajón e una revista chilena 10 años después de la 1a edición.
Confirma la consolidación de la obra de Chamizo como referente en la poesía hispanoamericana de la época.
«La Nacencia» icono de la «poesía del pueblo»
POESÍA
EL MIAJÓN DE LOS CASTÚOS (Rapsodias Extremeñas), por Luis Chamizo.
Un libro de poesías que alcanza una tercera edición en un medio intelectual tan poco dado a la verdadera poesía como es el español, forzosamente habrá de ser algo muy bueno, o… muy malo. Esta afirmación aunque parezca perogrullad, tien su razón de ser. La repetición de la demanda de poemas determinados puede indicar un poeta de corazón que ha planhtado su fama y su personalidad en medio del público lector, y tal sería el caso de los hermanos Machado, poetas en todo el sentido de la palabra y cuyas publicaciones han sido agotadas por todos los públicos; como también puede indicar, y este es el caso más generalizado, la existencia de un versificador propenso a halagar los oídos del grueso público, tan grueso como incomprensivo.
El caso de Chamizo es altamente interesante. Podemos afirmar sin temor que la tercera edición de su libro (1) es una comprobación de que también los buenos poetas pueden llegar a ser populares. Y con mayor motivo que nijnguno Chamizo, que proviene del pueblo y escribe poemas para el pueblo en el lenguaje que habla el pueblo. Hace algunos años, en sus giras de recitadora, Berta Singerman dió a conocer La Nacencia de Chamizo y desde entonces figuró dicha poesía en lugar de primacía en sus programas. El lenguaje popular, rudamente popular, en que está escrita La Nacencia y toda la obra poética de Chamizo, acaso le restará lectores entre aquellos que creen que la poesía no puede expresarse en el habla del pueblo. Pero Chamizo tiene por fortuna en la expresión de sus sentires el hallarzgo perfecto de la expresión brava y de la expresión de ternura; braveza y ternura populares se entiende. Pero esta misma rudeza campesina de su poemas le presta a toda su obra un carácter de fuerza de expresión realmente sugerente y encantador. Así:
¡Qué trabajaora!
¡Qué guapa y qué güena!
¡Si paece mintira que tanto me quiera
Son las las expresiones de ternura de un novio serrano, y, ellas, que no tienen ninguna novedad, encierran, sin embargo, un agradable perfume de cosa sana, rústica, incontaminada de tendencias o madalidades artísticas, que le dan una belleza inconfundible.
Hemos dicho que la fuerza de expresión puede considerar como una de las características más marcadas de la poesía de Chamizo, si no la principal, y en efecto, la aplicación de modismos del más rudo lenguaje popular, del más sencillo, del más tierno, da como resultado una poesía ruda, sencilla y tierna, pero poesía al fin. Las descripciones de la naturaleza se hacen con el mismo procedimiento. Un momento cualquiera: la puesta d esol de La Nacencia:
Bruñó los recios nubarrones pardos
la luz del sol que se agachó en un cerro
y las artas cogollas de los árboles
d´un coló de naranjas se tiñeron.
Con estas palabras tenemos mejor y más clara y poéticamente expuesta la puesta de sol, motivo esencialmente poético según los manuales retóricos, que todos los poemas en que se siguen las reglas que para conseguir la expresión poética da la propia señora Retórica. — A. V. A.
(1) Ediciones de la C.I.A.P. Madrid, 1930.
Documentación: Carlos Baena García, de la Sociedad Científica de Mérida