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Releyendo el prólogo (2013) del Diccionario Extremeño de Antonio Viudas Camarasa

Diálogos en la Sociedad Científica de Mérida

Por Antonio Viudas Camarasa

Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes

Profesor Titular de Universidad

Departamento de Filología Hispánica y Lingüística General. Universidad de Extremadura

(Desde el 1 de octubre de 1974 al 31 de agosto de 2019)

 

  • Queridos foreros de la Sociedad Científica de Mérida, he vuelto a leer el prólogo a mi Diccionario Extremeño en la edición de 2013. Releer un discurso que uno mismo ha escrito trae memorias y recuerdos. Era el otoño muy caliente en las Españas.
  • Hoy España está caliente con calor de verano. El activismo lingüístico ha menguado. Se está imponiendo la razón. Todos los activismos están perdiendo fuerza. Gritan mucho, pero solo convencen online. La realidad de la calle española no los jalea. El pueblo se inhibe.
  • El activismo lleva en sí mismo el sesgo de confirmación y si no obtiene una mayoría absoluta no es capaz de imponer sus objetivos. El activismo está lleno del espíritu de la ley, pero se topa con la ley. El activismo utiliza todo tipo de medios, pero ya sabemos que el fin no justifica los medios.
  • Ya no vale el que se hagan leyes y si no valen se cambian. Hay que acertar a la primera con la mejor ley. El intelectual activista cuando no tiene razones se agarra a la acción. Hemos vivido la acción mediática y la acción de grupos de activistas.
  • Cuando el activista consigue que se cambie la ley en beneficio de un grupo, la práctica de esa ley, si esa ley no es justa hace aguas y surgen las reparaciones de la ley. En el asunto del activismo lingüístico se ha topado a un final, con un callejón con difícil salida.
  • Las lenguas no se imponen, se hablan y sirven para la convivencia. Los hablantes son los dueños de sus lenguas.
  • Me encanta cuando veo que una antigua alumna mía que vive en Oxford, casada con un hablante inglés no tiene problemas lingüísticos. Su hija de tres años habla conmigo en julios y agostos de 40º grados  un español extremeño muy bien vocalizado. De pronto habla con su padre y se entiende perfectamente en inglés. Si en Oxford no le dejaran hablar español ahora en verano yo no podría comunicarme con ella. La imposición de una lengua a la tremenda siempre da muy malos resultados.
  • Las lenguas nacen, crecen, algunas se potencian y otras por desgracia aunque se engorden con mucho erario público, si los hablantes no crean textos literarios a su libre albedrío, desaparecen. El autoritarismo lingüístico produce la desaparición de muchas modalidades y dialectos de una lengua.
  • La lengua familiar no se puede eliminar subiendo los impuestos a los contribuyentes. En el ámbito doméstico  el Estado es mejor que deje libertad y si socialmente el Estado impone una norma obligatoria, los hablantes siempre hablarán como les venga en gana.
  • Sigo escribiendo en ribagorzano cuando me place sin atenerme a normas extrañas impuestas desde fuera y sigo escribiendo en castellano siempre que tengo algo que expresar. En esta ocasión me he divertido con el pensamiento libre sobre el activismo, la lengua y las imposiciones lingüísticas por un activismo lingüístico minoritario. Esos activistas desde 2013 han observado que el haber impuesto una determinada lengua les ha producido el efecto contrario.
  • Los rebeldes nacen contra todo autoritarismo. Un activismo deja de tener razón de ser cuando se convierte en autoritarismo. Frente a ese autoritarismo siempre nacerá un nuevo activismo. La revolución que llega al poder se convierte casi siempre en poder autoritario. ¿Será verdad que los filólogos al meditar sobre el origen y el significado de las palabras terminamos aprendiendo de todo un poco y de lo que menos sabemos es de filología?
  • Meditar sobre activismo, autorisarismo, imposición de lenguas y el lenguaje infantil me ha llevado a reflexionar sobre estos conceptos que están moviendo los telediarios: activismo de todo tipo y la realidad social: El Caso nuestro de cada telediario literario con guión preconcebido , adornado con «la caló» que hace en verano y lo arrecíoh que estamos en invierno. En Teruel se ha creado una plataforma para defensa del Chapurriau y se niegan a aceptar las normas invasoras de una lengua circunvecina. Esto en 2013 era impensable. Hoy ya está institucionalizada en un organismo oficial.
  • El activismo lingüístico de un signo ha dado a luz un activismo lingüístico de signo contrario.
  • El segundo activismo está venciendo al primer activismo. Las leyes cambian, la lengua permanece en continua evolución. Lo único que ha cambiado en estos seis años ha sido la distribución de la riqueza. Los ricos son más ricos y loh probeh semoh cada veh más probeh, porque el Estado Soberano nos fríe a impuestos. De cada 100 euros que se facturan, el 60 por ciento lo invertimos en impuestos. Mientras tanto el activismo lingüístico se convierte en poder autoritario en algunas instituciones. Los revolucionarios de ayer son autoridad hoy.
  • Bonita profesión la del filólogo: analizar la realidad social a través de las palabras que quedan de cada época: activismo, revolución y autoritarismo. En el fondo todo el mundo quiere ser autoridad para mandar y nadie quiere asumir el papel de obedecer. La rebeldía mueve siempre los cambios sociales. Por eso cuando las leyes no sirven para la convivencia surgen movimientos que luchan para cambiarlas.

 

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