In LUIS CHAMIZO

2022 02 04

PAPERS / ESCRITORIO DE

Antonio Viudas Camarasa

Poemas dispersos de Luis Chamizo no editados en libro  en vida del autor

Materiales para la redacción definitiva de

LUIS CHAMIZO Y SUS CIRCUNSTANCIAS

Estudio en elaboración de

Antonio Viudas Camarasa


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  • Poemas dispersos de Luis Chamizo no editados en libro  en vida del autor
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La obra canónica de Luis Chamizo solo la revisó en vida en las últimas ediciones de sus tres obras que se conocen:

LUIS CHAMIZO

EL MIAJÓN DE LOS CASTÚOS

  • 1921. Primera edición en vida del autor
  • 1940. Última edición en vida del autor

LAS BRUJAS

  • 1932. Primera edición en vida del autor
  • 1942.  Última edición en vida del autor

EXTREMADURA

  • 1942. Primera y única edición en vida del autor

Poemas dispersos de Luis Chamizo no editados en libro en vida del autor

Con la colaboración de Carlos Baena García, documentalista, voy a poner en papers / escritorio los poemas de Luis Chamizo publicados en vida de Luis Chamizo, pero que él no recopiló en forma de libro.

En testimonio  del propio Chamizo dijo que tenía un libro de poemas castellanos en un libro inédito que nunca se llegó a publicar. Hablaba de Vibraciones.

Quien faciñitó el material a José García Nieto no le debió dar el libro, sino un serie de poemas que el editor crítico y científico agrupó bajo el epigrafe de POESÍAS CASTELLANAS.

Se han tenido noticias, sin fuente documental y testimonial expresa de su colaboración en la revista Vida manchega, sin citar la procedencia de dicha información.

Carlos Baena encontró  un ejemplar de dicha revista. El de noviembre, casualmente hallé en la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional digitalizada la revista. Se lo comuniqué a Carlos Baena y  encontró una de las fuentes junto con otras donde se hallan poemas que voy a poner a disposición del lector.

Primero analizaré las dos primeras obras completas, siempre incompletas, de Luis Chamizó: la de 1963 debida a Enrique Segura Covarsí  en la Diputación de Badajoz y la de 1967 de Cultura Hispánica con prólogo de José María Pemán y una nota de José García Nieto a las POESÍAS CASTELLANAS en el mismo volumen.

 

 

1963

Primera edición de las Obras completas de Luis Chamizo Edición de Enrique Segura Otaño


1963. Portada de la primera edición de las Obras completas de Luis Chamizo. Edición de Enrique Segura Otaño. Diputación de Badajoz. Institución de Servicios Culturales. Badajoz. 413. Precio 75 ptas.. Foto ©aviudas 20220205

1963, en vida de Virtudes Cordo Nogales, fallecida en octubre de ese mismo año, Enrique Segura Covarsí, publicó Luis Chamizo. Obras Completas, Diputación Provincial. Institución de Servicios Culturales. Badajoz. Nº de Reg. BA-3-63.Depósito Legal : BA-67-1963

Se puede interpretar que era el tercer libro registrado en 1963 y que le dieron el número 67 de todos los impresos sujetos a Depósito Legal. Señal clara de la escasa producción editorial en la provincia.

El colofón del libro me confirma que se publicó en vida de su viuda, Virtudes Cordo Nogales (Una voz in off  desde el extranjero me confirma «Si. Mi abuela falleció el 14 de octubre de 1963»)  puesto que en él el lector inteligente lee:

  • «SE ACABÓ DE IMPRIMIR ESTA PRIMERA EDIC IÓN DE LAS OBRAS COMPLETAS DE LUIS CHAMIZO EN LAS PRENSAS DE LA IMPRENTA PROVINCIAL DE BADAJOZ, EL DÍA 20 DE JUNIO DE 1963, SIENDO REGENTE EL MAESTRO FRANCISCO BERMEJO ALVAREZ».

En el ejemplar de mi propiedad leo la siguiente dedicatoria manuscrita, de firme ilegible que dice:

Ǡ

Para Mª José que no se olvide de que ella también es ·castúa· con un abrazo de su ahijada

(Firma ilegible leo) Rosa

23-4-966″

Mª José no se olvidó tal vez de ser castúa, pero se olvidó de leer el libro. El ejemplar adquirido por mí estaba intonso.

El prólogo de Enrique Segura Covarsí se divide en varios apartados;

  1. Luis Chamizo: Su primer libro
  2. Luis Chamizo y Arturo Gazul
  3. Los dos poetas extremeños
  4. Tomás Rabanal Brito y el poeta
  5. El poeta y su rapsoda
  6. Últimos tiempos de Luis Chamizo

Enrique Segura Covarsí confiesa que no conoció a Chamizo cuando  triunfó con las dos ediciones de 31 de enero y 1 de febrero de El miajón de los castúos, sino que su acercamiento personal fue más tardío estando el poeta en plena fama:

  • «Cuando hablamos por primera vez en Badajoz con Luis Chamizo tenía ya el atuendo de un hombre joven y atildado, que asistía con «smoking» a sus interesantísimos recitales. Algunos de ellos tuve la fortuna de escuchar. Recitaba sus poesías admirablemente bien» (Pág.  X del prólogo).

El lector inteligente observa que Enrique Segura Covarsí conoció la poesía de Luis Chamizo recitando sus propios poemas y reconoce su arte singular en el recitado.

Al investigador le gustaría tener acceso al contenido que una misiva de Chamizo a Gazul, cuyo paradero se desconoce:

  • «Chamizo le escribió una carta a Gazul agradeciendo sus elogios» (Pág. XI del prólogo).

Enrique Segura personaliza el encuentro de Gazul con Chamizo en el tren y se fija en su mirada:

  • «Gazul se encontró frente a un hombre como de treinta años, de facciones finas y mirada indecisa. Me pareció también a mí, cuando conocí a Luis Chamizo, que bisqueaba un poco.  Correcto en el vestir y en el decir, usaba una chalina negra». ( Pág. XII del prólogo).

Enrique Segura Covarsí da una pincelada personal sobre la afición de Arturo Gazul a la música:

  • «Yo le oí canciones italianas acompañándose al piano». (Página XII del prólogo)

Enrique Segura da cuenta de la silueta de la esposa de Chamizo basándose en Arturo Gazul. Una mujer cultivada, de buena fuenteconozco que componía poesías familiares de estilo satírico e incluso alguna se ha publicado atribuida a otro autor por desconocimiento del editor. De este modo Gazul ve a Virtudes en pluma de Enrique Segura de este modo :

  • «De la mujer de Chamizo habla con sinceros elogios. Nos cuenta su belleza y el amor que sentía hacia el poeta.  Muy aficionada también a la poesía, lo estimulaba y alentaba en su labor literaria». (Pág. XII del prólogo).

Me recuerda aquella frase que detrás de una gran mujer se muestra un gran hombre. En los testimonios recientes que he recibido de voz y letra de la Mariú, nieta  y María de las Virtudes, hija,  desde Nápoles, me confirman la silueta de Virtudes transmitida por Enrique Segura en testimonio de Arturo Gazul.  Desconozco si Enrique Segura conoció personalmente a Virtudes Cordo Nogales.


El testimonio de Enrique Segura en relación de cómo conoció Luis Chamizo a Manuel Monterrey me interesa mucho. Con él puedo afirmar que Manuel Monterrey en toda su vida  además de escribir poesía notable alentó a que otros poetas extremeños la escribieran y no se desanimaran.

Según lo contado por Enrique Segura puedo asegurar y aseguro que desde el primer momento en que en  el Café de la Victoria, gracias a Antonio Fernández Molina, amigo de Chamizo, después escuchar los versos recitados por Chamizo se convirtió en su aval.

Foto cedida

 

 

Manuel Monterrey saludó en esa tertulia en el Café de la Victoria al Marqués de Torres Cabrera, don Miguel Torres y González, autor de Romances de Extremadura (1920). Su hermano Pedro estaba casado con Matilde Perry Coronado hija de Carolina Coronado, parte de su legado se conserva en el Seminario Diocesano de Cáceres. En esa sala de asueto se encontraron  tres estirpes literarias, los Coronado, Monterrey y Chamizo. Lo dicho por Enrique Segura tiene pleno valor. Monterrey se preocupó para distinguir la poesía del regionalismo personal de Gabriel de la poesía del neorregionalismo colectivo  de los versos de Chamizo. De ver el campo como algo contemplativo en Galán, a ver a los castúos labrando sus propias tierras para regenerar al hombre extremeño, esclavo del latifundismo, abogando por los labradores propietarios, dignificando la labor de yunteros.  Así lo explica con eufemismo de época Enrique Segura:

  • «Nada más inexacto, porque el lenguaje extremeño de la provincia de Badajoz era completamente distinto del de Cáceres. La medida de sus versos –casi siempre libres– no correspondía a los del autor del «Cristu benditu». Y, sobre todo, el carácter, el espíritu y la pasión poética del temario de Chamizo era más enérgico y dramático que el de Gabriel y Galán». (Pág. XIV del prólogo)

 

©Foto Captura de pantalla de Carlos Baena García. Protegida por los derechos de autor. 2022 02 04

En carta de Luis Chamizo  de fecha 5 de noviembre de 1930 dirigida a Manuel Monterrey, que desconozco donde se conserva, le agradece la adhesión que le brindó el autor de los «Medallones extremeñs»  el 27 de octubre de 1930 las fuerzas vivas de Guareña. Enrique Segura transcribe este párrafo de esa carta:

  • «Queda aplazada nuestra charla hasta mi ida a Badajoz, donde será estrenado el poema Las Brujas en la tercera decena del presente mes»

De nuevo Enrique Segura asegura una de las últimas entrevistas de Manuel Monterrey con Luis Chamizo con ocasión del estreno de Las Brujas en Badajoz:

  • «La representación de Las Brujas en el Teatro López de Ayala, de Badajoz, alcanzó un gran éxito. Luis Chamizo, fue ovacionado por el público que asistió al estreno. Durante los días que el poeta permaneció en la capital, se estrecharon mucho las relaciones de Chamizo y Monterrey» (Pág. XV del prólogo)

El lector inteligente comprende que con esas razones Manuel Monterrey a partir de 1949 fuera el valedor de dos amigos que querían triunfar y ser poetas de verdad. Me refiero a Luis Álvarez Lencero y a Manuel Pacheco, en torno a la revista GÉVORA, algunos de cuyos números pagó de su bolsillo. Manuel Monterrey en los años 20 descubrió a Luis Chamizo y en los 50 apoyó con todas sus fuerzas a Pacheco y Álvarez Lencero.

Diferente lenguaje  y sobre todo diferente métrica, carácter, espíritu y pasión poética más enérgica y dramática. Es el paso del regionalismo y del tipismo de la generación del 98 a la generación neorregionalista vestida de regeneracionismo de la poesía no vanguardista de Luis Chamizo, pero coetánea con ella y tratando temas similares a los de la poesía folclórica del 27 entre otros en los poemas de Federico García Lorca y otros.


Enrique Segura Covarsí en 1963 valora los trabajos sobre Gabriel y Galán que Alonso Zamora Vicente publicó en la revista Filología fundada por él en Buenos Aires cuando tuvo que ocupar la plaza de Amado Alonso, exiliado forzosos por el General Perón. La relación de escuela de Enrique Segura con Zamora Vicente se percibe cuando elogia, con palabras de excelente lector,  la tesis del que fue profesor del Instituto de Enseñanza Media de Mérida y publicó su libro El habla de Mérida y sus cercanías (1943):

  • «En su magnífica tesis doctoral del doctorado, Zamora Vicente discriminó el lenguaje popular del área de Mérida y sus aledaños» (Pág. XV del prólogo).

Del mismo modo conoce desde 1921 hasta 1963 a los recopiladores del léxico badajoceño y los enjucia sabiamente sin ningún sesgo de confirmación, sin olvidar la labor creativa y lexicográfica añado de Luis Chamizo en sus colecciones de voces extremeñas unidas a El miajón de los castúos y el poema Extremadura:

  • «Del  léxico de la Baja Extremadura se han ocupado, entre otros, Francisco  Santos Coco, Rodríguez Perera y otros entusiastas de la filología, pero el estudio del habla popular de la provincia de Badajoz, y especialmente el dialectalismo de Luis Chamizo Trigueros, todavía no ha podido realizarse. Creemos que no tardará mucho tiempo en que vea la luz una tesina relativa a este problema».

Enrique Segura hila muy fino distingue entre el investigador de la Escuela Filológica de Menéndez Pidalcomo es Alonso Zamora Vicente, los especialistas en otra materia filológica que recopilan léxico como Francisco Santos Coco y Francisco Rodríguez Perera.  Una tercera categoría la encuadra en «los entusiastas de la filología». Anota también que en 1963 el dialectalismo al estilo del que hizo Alonso Zamora Vicente todavía no se ha hecho.

En 2022 observamos que al estudio de la obra de Luis Chamizo se ha acercado Alonzo Zamora Vicente con criterio objetivo tanto en sus pinceladas de El habla de Mérida (1943) como en Luis Chamizo visto por Alonso Zamora Vicente, título que le puso Enrique Segura al artículo dedicado a su propia edición que estoy comentando.

 

 

Foto ©aviudas 20220205

 

 

Otros estudiosos que no pertenecen a la Escuela de Filología de Ramón Mendez Pidal como Manuel Alvar (1965), que él mismo declaró que no se consideraba discípulo de dicho maestro, se han acercado al estudio del lenguaje de Luis Chamizo con espíritu sesgado, al desconocer  su obra como se comprueba con las erratas que el lector inteligente debe corregir cuando escribe La experiencia por la Experencia en el título delun poema antologado de Luis Chamizo y en nota a pie de página sólo destaca  El miajón de los castúos como obra de Luis Chamizo y se olvida de Las brujas (1932 y 1942) y Extremadura (1942) en anotación textual que transcribo cuando anota con asterisco Luis Chamizo:

  • «Guareña (Badajoz) (1888 -sic- — Madrid (1945). Hijo de un tinajero, fue abogado y profesor mercantil. Como poeta, publicó el Miajón de los castúos (1922), obra que le dio enorme popularidad. Sus recursos y temas recuerdan –como en el caso de Reyes Huertas— las maneras de Gabriel y Galán». Vid. Manuel Alvar: Poesía española dialectal. Estudio selección y notas de Manuel Alvar. Colección Aula Magna, dirigida por Ramón Esquer Torres. Ediciones Alcalá. Madrid, 1965.

Erratas advertidas por mí en esta nota escrita por quien fue mi profesor de Geografía Lingüística (Universidad complutense curso 1763-1974):

  • Donde dice 1888 debe decir 1894
  • Donde dice profesor mercantil debe decir estudio Perito mercantil.
  • Donde dice 1922 debe decir 1921
  • Donde dice Miajón de los castúos debe decir El miajón de los castúos.
  • Donde dice «Sus recursos y temas –recuerdan en el caso de Reyes Huertas– las maneras de Gabriel y Galán. Si hubiera leído el prólogo que estoy leyendo hubiera tenido en cuenta los juicios valorativos de Manuel Monterrey que supo distinguir entre los temas y las formas de Gabriel y Galán y los de Luis Chamizo.

Le aplaudo a mi profesor  cuando reconoce que El miajón de los castúos es una «obra que le dio enorme popularidad».  Desconoce no obstante  Manuel Alvar López en 1965 la gran aceptación que tuvo de crítica y público el poema dramática LAS BRUJAS.

Si Manuel Alvar hubiera leído la nota preliminar  (págs. 140-141) que Enrique Segura escribe para ilustrar al lector de las Las Brujas  hubiera tenido información del éxito de la obra de teatro con treinta representaciones en Sevilla y posteriormente en Madrid. De este modo Enrique Segura transmite la información oral que le facilitó Arturo Gazul y su afición por el teatro:

  • «Nos cuenta Gazul cómo el éxito de Las Brujas llegó a obsesionar a Chamizo, que, por otra parte, encontró remuneración a su trabajo, muy superior al rendimiento que le proporcionaba la poesía. Escribió dos libretosde zarzuela excelentes: uno de costumbres extremeña y otro de ambiente andaluz para su amigo Marcos Redondo. Aún permanecen inéditos –según me dice–. Además escribió una comedia en prosa, a la que no dió el visto bueno Arturo Gazul». Nota preliminar  (págs. 140-141) de Enrique Segura a Las Brujas.

El no usar la metodología de la Memoria Inteligente Cajaliana puede llevar a juicios de valor muy sesgados como los que expresa Manuel Alvar en esta nota. Lo lamentable es que otros lectores de Chamizo repiten –sin tener en cuenta otras fuentes– lo dicho por el crítico literario un tanto poco documentado. Lo lamentable que tengamos que leer este tipo de sesgo de confirmación en una colección titulada «Aula Magna». Más bien parecen dignos de una Colección que se podría titular  «Aula Minor».

Son las 21:06 del 4 de febrero de 2022

Descanso

Debo advertir al lector que Enrique Segura Covarsí es hijo de Enrique Segura Otaño, militar liberal, que alentó la cultura en Badajoz durante muchos años y que creó el Centro de Estudios Extremeños y su Revista. Sucedió a su padre como director de la Revista de Estudios extremeños. Su tesis doctoral de  Enrique Segura Covarsí versó sobre el  Indice de la Revista de Occidente (Instituto «Miguel de Cervantes» del Consejo Superior de Investigaciones Cientificas, 1952 – 214 páginas).

 

Enrique Segura contacta Tomás Rabanal Brito, pariente por parte materna de Luis Chamizo,  para recabar noticias. Rabanal explica de este modo el parentesco:

  • «Yo vivía siempre –me dice– con mis tías en Guareña, Julia Brito y su esposo Sócrates, –no el filósofo–, hermano de don Indalecio Rodríguez Triguero (sic), doctor cirujano, famoso en la clínica de San Carlos, de Madrid» (Pág XVII del prólogo).

En otra confesión Rabanal Brito aporta datos a Enrique Segura sobre el poema «Consejos de tío Perico»:

  • «Luis Chamizo visitaba mucho la casa de mis padres en Guareña. Vivíamos en la calle de Llanos,  donde teníamos un gran bazar. Era un caserón con varias cocinas, salones y habitaciones de puertas de cuarterón y techos artesonados. En una de las salas tenía yo el piano. Sobre el taburete escuché, con muy pocos años, su poesía «Consejos de tío Perico». La escribió para unos juegos florales de Almendralejo (…)». (Pág. XVIII del prólogo)

Enrique Segura gracias a la generosidad de Demetrio Barrero nos ha dejado esta poesía de Luis Chamizo a su carbonero-barbero en la finca de los Barrero en Valdelapeña:

QUIÉN TE JIZO CARBONERO

Quién te jizo carbonero

de estas guapas carboneras

si aunque tú mismo no quieras

tienes planta de barbero.

Con la forra o el sombrero

sandunguero y bien plantao

tienes al amo chalao

y atontao al manijero.

Y tiene tanto que ver

tu garbo en el afeitijo

que el señor cura de fijo

ha de decirte: ¡José!

Tú eres una maravilla

y no se ha visto a tus años

barbero con más reaños

que el barbero de Sevilla.

Afeitas y eres labriego,

hacer carbón y atas leña

y eres en Valdelapeña

honra del pueblo manchego.

¡Muy bien, Pepe!,

tu navaja

tiene un poco de divina, 

corta, pela, poda, raja,

afeita bien y descuaja

de mamones una encina.

¿Quién te jizo carbonero?

Tiene gracia, tié que vé,

tú naciste pa barbero

y te torcieron, José.

Luis Chamizo

(Pág. XX del prólogo)

El título y la presentación en verso es mía.

 

En 1917 los Barrero inauguraron la capilla del cortijo y Luis Chamizo improvisó esta poesía:

ORACIÓN A LA VIRGEN

Salve, Reina del Cielo,

Divina Inmaculada,

Madre de los humildes,

crisol en donde Dios fundió las almas.

 

Yo no soy un poeta consagrado

por el loco bullicio de la fama,

un poeta que hilvana sentimientos

en el ritmo triunfal de sus  palabras.

Humilde es mi canción, mi musa, humilde,

humilde cual luz de tu mirada.

…………………………………………………

…………………………………………………

…………………………………………………

,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,

 

(Pág. XXI del prólogo). Desconocemos si este poema está publicado en otro sitio y si los puntos suspensivos indican que continuaba y no se tiene conocimiento del texto.

 

En el prólogo de Enrique Segura encuentro una documentación muy valiosa sobre el último homenaje que los amigos de Badajoz le ofrecieron. Lástima que no indique la fecha y que  no dispogamos del respaldo de hemeroteca. La cita es larga, pero ruego al lector, que la lea. Habla de la fábrica de electricidad de los Ayala, donde trabajaron tantos obreros de Badajoz, y mezcla la potente voz de Luis Chamizo con el «contrapunto del croar de las ranas y el bordoneo del agua de la presa»:

 

  • «Cuando Chamizo había alcanzado fama con el bagaje de sus poemas regionales, en la plenitud de su vida, estuvo en Badajoz, donde los amigos y entusiastas le ofrecimos una comida fraternal y, de sobremesa, recitó varias poesías. El poeta se transfiguraba al declamar. De aquel rostro de líneas elegantes surgía una voz enérgica, viril, entonando en el duro lenguaje extremeño amores y desgracias. Era un decir popular tan sincero, que realzaba el valor de sus poemas.
  • Una de aquellas noches de verano se celebró en su honor un banquete de gala en los jardines de la fábrica de electricidad de los Ayala, en la margen derecha del río Guadiana, junto a la presa y el canal. Un grupo de encantadoras muchachas, en traje de noche, daban realce a la fiesta. Guirnaldas de faroles a la veneciana, iluminaban la arboleda.
  • Pasada la medianoche, subió el poeta al florido templete entre dos hileras de jóvenes que ocupaban escalinatas. Después de un revuelo de abanicos y faldas, en un silencio nocturno y musical, desde lo alto surgió la voz potente de Luis Chamizo que acompasada con el contrapunto del croar de las ranas y el bordoneo del agua de la presa. Horas inolvidables de ardoroso entusiasmo juvenil». (Pág. XXIII del prólogo).

Las obras completas de Luis Chamizo al cuidado de Enrique Segura Covarsí constan:

De prólogo (VII-XXIV)

EL MIAJÓN DE LOS CASTÚOS (27-133).

  • Incluye el prólogo de Ortega Munilla y el VOCABULARIO DE VOCES EXTREMEÑAS CONTENIDAS EN EL MIAJÓN DE LOS CASTÚOS  y Los juicios críticos de la primera edición.

Las brujas (135-313).

  • Incluye una nota preliminar de E. S. (Enrique Segura) y Juicios críticos sobre el estreno de Las brujas, de Luis Chamizo

EXTREMADURA (315-408)

  • Incluye el prólogo de José López Prudencio y el Vocabulario de voces extremeñas contenidas en el Canto Primero del Poema Extremadura.

Son las 23:55 del 4 de febrero de 2022




 

 

 

 

 

 

 

 

 

En 1967  José García Nieto recopiló obra poética inédita en la que incluyó poemas que se encontraban en el archivo de la familia bajo el título de POESÍAS CASTELLANAS.

 

 

 

 

 

En este orden recopila José García Nieto los poemas:

  • Canto bohemio
  • Amanecer de invierno
  • Los quintos de hogaño
  • Los héroes sin gloria
  • Fecundidad
  • Sonatina
  • Mis polichinelas
  • Trini la zagalilla
  • A Gabriel y Galán
  • La rosa blanca
  • En el remanso
  • El juramento
  • La eterna elegía
  • Rima
  • Romance del tiempo viejo
  • La oración de la noche
  • Renunciación
  • Invocación al héroe
  • En el azul celeste de tus ojos
  • El último romántico

Son las 1:11  del día 5 de febrero de 2022. En mi pueblo natal se celebraba el Baile de las mujeres durante mi infancia. Hoy debe haber precaución Covid.

 



 

Poemas dispersos de Luis Chamizo no editados en libro  en vida del autor

 

LA PAZ DEL SENDERO

Luis Chamizo Trigueros. Vída manchega, Ciudad Real. 

Empiezo por  LA PAZ DEL SENDERO de 1915 de Luis Chamizo que coincide con otro poema del mismo título fechado en 1904 por Ramón Pérez de Ayala. Ambos hablan de la tierra que se encuentran en sus senderos. Pérez Ayala, paseante urbano se encuentra en el camino un garzón con vacas sospecho en tierra asturiana. Luis Chamizo vive la vida del pueblo en los personajes femeninos y el trabajo de los hombres en el cultivo de la tierra. La tierra como razón de ser que se transforma como protagonista en LA PAZ DEL SENDERO de Luis Chamizo es germinal en 1905 de lo aflorará en el Miajón de los castúos (1921) y en el poema Extremadura (1942).

 

LUIS CHAMIZO TRIGUEROS

LA PAZ DEL SENDERO

El padre está en la besana.
La madre, haciendo calcetas,
en unión de las vecinas
tras un sombrajo, en la puerta.
De los hijos, los varones,
ó están en la sementera
ó están cogiendo aceitunas
por las faldas de la sierra.
Las hembras quedan en casa
pues son las que en casa bregan
dando reposo à la madre
que ya se va haciendo vieja.
Y asi se pasan el día
sin ambiciones, sin penas:
los hombres, allá en su arada; l
as mujeres, en la aldea;
ellos, en pos de sus yuntas
desterronando la tierra.
y ellas en sus oraciones
pidiéndole à Dios que llueva.
Cuando la tarde agoniza,
una densa polvoreda
y el sonar de un caracol
anuncian que ya se acercan l
os honrados campesinos
que vuelven de sus faenas.
Vienen hablando los unos d
el trigo que ya verden;
otros, de sus olivares,
cuyas frutas recolectan.
y otros, alegres, entonan,
mejor dicho, tacarean
las clásicas tonadillas
amorosas de la tierra que,
à la orilla del regato,
una tarde dominguera,
entonaran las mozucas
al compás de sus vihuelas.
Ya marchan los labradores
por las calles de la aldea
sobre el lomo de sus mulas
que lucen jaquimas nuevas,
ornadas con campanillas
de entonaciones diversas,
re cuyas ritmicas sonadas
el de monótonas cadencias
y traen elluvios del trabajo
y del sudor que allá dejan.
Yo diera mi vida loca
por la de estas gentes.
Diera  mis doradas ilusiones
y mis sueños de poeta,
por vivir como ellos viven;
por pensar como ellos piensan.
LUIS CHAMIZO TRIGUEROS

 

Traigo aquí el poema de Ramón Pérez de Ayala:

 

En opinión de Ignacio Gracia Noriega:

«La paz del sendero», que contiene poemas fechados en 1903, y publicado en 1904 con un prólogo de Rubén Darío, es un libro primerizo, un poco altanero, bastante sentimental y recorrido por una nostalgia que forzosamente ha de parecer literatura en un poeta de tan sólo 23 años»  Fuente: La paz del sendero (Consultado 2022 02 05, 22;40)

LA PAZ DEL SENDERO

RAMON PEREZ DE AYALA

LA PAZ DEL SENDERO

Con sayal de amarguras, de la vida romero,
topé, tras luenga andanza, con la paz de un sendero.
Fenecía del día el resplandor postrero.
En la cima de un álamo sollozaba un jilguero.
No hubo en lugar de tierra la paz que allí reinaba.
Parecía que Dios en el campo moraba,
y los sones del pájaro que en lo verde cantaba
morían con la esquila que a lo lejos temblaba.
La flor de madreselva, nacida entre bardales,
vertía en el crepúsculo olores celestiales;
veíanse blancos brotes de silvestres rosales
y en el cielo las copas de los álamos reales.
Y como de la esquila se iba mezclando el son
al canto del jilguero, mi pobre corazón
sintió como una lluvia buena, de la emoción.
Entonces, a mi vera, vi un hermoso garzón.
Este garzón venía conduciendo el ganado,
y este ganado era por seis vacas formado,
lucidas todas ellas, de pelo colorado,
y la repleta ubre de pezón sonrosado.
Dijo el garzón: —¡Dios guarde al señor forastero!
—Yo nací en esta tierra, morir en ella quiero,
rapaz. —Que Dios le guarde. —Perdiose en el sendero…
En la cima del álamo sollozaba el jilguero.
Sentí en la misma entraña algo que fenecía,
y queda y dulcemente otro algo que nacía.
En la paz del sendero se anegó el alma mía,
y de emoción no osó llorar. Atardecía.

Fuente: Aprender español en Madrid

 

 

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