Aprovecho estas horas de silencio nocturno para agradecer al director de la Real Academia Española de cuya institución fue miembro numerario y Secretario Perpetuo Alonso Zamora Vicente, a los rectores de la Universidad de Extremadura de cuya institución ostentó el doctorado honoris causa y al Rector de la Universidad Complutense de Madrid, que fue su Alma Mater los deseos de éxito para la Jornada y comunicarles públicamente la satisfacción de todos los participantes por el alto nivel intelectual que han tenido las intervenciones de todos los que han hecho posible que el éxito alcanzado en las dos etapas anteriores celebradas en  Extremadura se haya visto mantenido en esta etapa tercera y última, celebrada en el Instituto San Isidro donde estudió el bachiller elemental como alumno oficial, completando su formación siguiendo los estudios de magisterio que siguió en la Escuela Normal, ubicada en San Bernardo  y obteniendo como alumno libre el título de bachiller después de cursar los estudios universitarios imprescindible para obtener el título de licenciado, aspecto que ha documentado Vicente Fernández Burgueño gracias a los documentos que conserva el archivo de la Universidad de Madrid, aspectos que algunos muy pocos conocían al parecer, pero que no se han dado a conocer con prueba escrita hasta la jornada del viernes pasado.

Damos la gracias por las muestras de apoyo mostradas por la alcaldesa de Madrid y la Presidenta de la comunidad de Madrid y esperamos que el día en que se coloque la placa en el edificio de la Plaza de la Cebada 10, donde nació y vivió, nos puedan acompañar.

Damos las gracias al claustro de profesores y especialmente a la señora directora del centro y a los profesores Vicente Fernández Burgueño y José Enrique Pelegrín que han sido unos perfectos anfitriones cuidando los mínimos detalles de hospitalidad y se han desvivido al mostrarnos el Museo y la Capilla del Centro.

El acto de clausura fue un recuerdo al amor con que Alonso Zamora Vicente nos enseñó a valorar la cultura de los pueblos de España y multitud de países que conoció en vida.

Damos las gracias a la familia Zamora Canellada que estuvo representada por la nieta del homenajeado  Ana Zamora Tardío y otros familiares(Recuerdo haber saludado a Pedro Canellada Llavona).

Agradezco a todos los discípulos presentes el calor con el que siguieron la jornada y alegría me da la presencia de un alumno de la Universidad de Extremadura y profesores jóvenes que acompañaban la sabiduría y la experiencia de los senior.

Es muy de agradecer la presencia de don Manuel Villa, en representación de la universidad que le concedió el doctorado honoris causa como es la Universidad de Antonio de Nebrija, acompañado de otra autoridad académica.

En la foto de familia queda constancia de la mayoría de los asistentes que posaron para el recuerdo.

A todos los valiosos trabajos y estudios dedicados a Alonso Zamora Vicente en vida, en este itinerario se ha añadido una nueva forma de leer quien no haya leído nada de Zamora Vicente y un releer su producción científica y literaria con perspectivas totalmente nuevas ante la multitud de datos que se han mostrado relacionados con su vida y su obra. Algunos de los datos propuestos ya están en revisión y tendremos pronto mejor documentación como es alguno relacionado con su estancia en Buenos Aires que un investigador nos dará a conocer en breve.

En la paz del silencio de un Madrid de madrugada, que Alonso Zamora Vicente conoció como pocos y ha dejado reflejado en sus obras artístico literarias y en su creación de escritor termino este deshago con la cortesía del corazón que consiste en agradecer a los intervinientes en la mesa redonda debate su colaboración científica solidaria. A Vicente Fernández Burgueño el haber dedicado más de siete meses a la búsqueda casi detectivesca de un expediente traspapelado; a Mario Pedrazuela Fuentes  por describirnos el Madrid de Primeras hojas y  Examen de ingreso, años veinte; a José Manuel Blecua por habernos dado a conocer aspectos muy singulares sobre la labor de Alonso Zamora en relación a la edición de textos y exactamente sobre los secretos madrileños de Tirso en Por el sótano y el torno; a José Manuel Sánchez Ron por habernos valorado como hombre de ciencias puras las relaciones entre las humanidades y las ciencias, relacionando a Miguel Catalán, padre de Diego Catalán Menéndez Pidal, con el inventor del quimógrafo Tomás Navarro Tomás y la labor de María Josefa Canellada y Zamora Vicente en el uso de su quimógrafo manual para el estudio de las hablas hispánicas.

Os dejo con los vídeos que Rosa Lencero Cerezo artesanalmente ha grabado para disfrute de quienes no pudisteis acompañarnos y recreo de quienes tuvimos la suerte de participar en el éxito obtenido por todos. Entre todos lo hemos hecho todo como decía Alonso Zamora Vicente.

Me comunican que ya está en marcha el diseño del libro CERÁMICA POPULAR HISPANA.

El silencio en Madrid en estos momentos es absoluto. ¡¡Nos vemos luego!!. Buenas madrugadas a los noctívagos y a los que me leáis antes de comer ¡buenos días!

Antonio Viudas Camarasa