Aquí va mi adhesión a esta encomiable iniciativa que contribuye a perpetuar la memoria de Alonso Zamora Vicente. Desde que se incorporó como profesor a la Universidad Complutense y hasta su jubilación fue mi maestro y mi guía en la vida universitaria en la que continúo. Todos los que apoyamos este homenaje ya sabemos de su perfil de hombre honesto, clarividente, con talento. Y, tanto él, como María Josefa Canellada, continúan siendo para mí, ejemplos a imitar.
María Josefa Postigo Aldeamil
Catedrática de Filología Gallega y Portuguesa.
Universidad Complutense. Madrid